Luego de cumplirse el plazo de 60 días fijado en enero por el presidente, Joe Biden, para detener la construcción del muro fronterizo para evaluar el proyecto del expresidente Donald Trump, dueños de tierras y activistas piden al demócrata que cumpla su "palabra" y cancele unas obras que pasarían por sus terrenos.
"El muro es para nosotros un símbolo de odio y racismo, deberían tumbar todo lo que construyeron", dijo Reynaldo Anzaldua, quien ha acompañado a sus primos Baudilia y José Alfredo Cavazos en una batalla legal por defender su predio en Mission (Texas), junto al río Grande.
La preocupación de estos latinos y del grupo Texas Civil Rights Project (TCRP) ha ido en aumento con el paso de las semanas desde que se cumplió el plazo dado por Biden para evaluar la financiación y los contratos existentes del proyecto estrella de Trump, y más cuando llegan reportes de prensa de que, lejos de echar el freno, el Gobierno podría seguir con las obras.
Según publicó este lunes el diario conservador The Washington Times, el secretario de Seguridad Nacional (DHS), Alejandro Mayorkas, reveló en una conversación con empleados del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) que es posible que se reanude la construcción del muro.
Las obras se retomarían en áreas específicas que necesitan "renovación" y "proyectos particulares que necesitan ser terminados", indicó el medio.
"No estamos de acuerdo, no queremos que se construya ni un pie más del muro y que las propiedades que el Gobierno confiscó sean devueltas a sus dueños", dijo Anzaldua.
Roberto López, organizador comunitario de TCRP, lamenta que estén casi en el mismo punto que antes de la llegada de Biden al poder, cuando tenían "algo de esperanza", aunque más de 60 días después siguen en un "limbo" provocado por la falta de "claridad" de parte de la administración actual.
"Estamos muy molestos y preocupados de nuevo", dijo Sylvia Ramírez, que lleva más de dos años luchando en la corte con su hermano Ramiro por su propiedad en San Juan (Texas), que comprende los cementerios Jackson Ranch y Eli Jackson, donde reposan los restos de sus ancestros, ambos considerados lugares "históricos".
"No pensamos que la construcción continuaría. Queremos creer que el presidente Biden es un hombre de palabra", afirmó Ramírez, para quien reiniciar la obra sería "contrario a lo que Biden prometió".
Para Ramírez sería "desastroso" si se completase el muro junto al predio, que incluye además la Jackson Ranch Church, primera iglesia protestante en el sur de Texas y fundada en 1874 por su tatarabuelo.
DEFENDIENDO SUS PREDIOS EN LA CORTE
López asegura que muchos de los terratenientes en el sur de Texas continúan "frustrados" porque deben seguir luchando en las cortes por sus tierras, como es el caso de los Cavazos, a quienes les espera una audiencia a mediados de abril.
Además, López indicó que a lo largo del inicio del 2021 se entablaron demandas contra terratenientes a un "ritmo sin precedentes" e incluso también hasta el día de la toma de posesión del presidente Joe Biden.
"No se necesita ningún tipo de muro, es un gasto de dinero que no tiene sentido", opinó Anzaldua, quien asegura que el Gobierno ofreció una compensación de casi 400.000 dólares por los casi 6 acres que pretendían expropiar, pero asegura que sus primos "no quieren el dinero" sino salvar su propiedad, del que deriva su sustento y les conecta con sus raíces.
