La diputada federal Kenia López Rabadán, vicepresidenta de la Cámara de Diputados y miembro del Partido Acción Nacional (PAN), ha presentado una iniciativa para cambiar el nombre oficial del país, buscando acortar el nombre "Estados Unidos Mexicanos" a simplemente "México".
Esta propuesta por parte de López Rabadán menciona que, aunque el nombre "Estados Unidos Mexicanos" fue adoptado por primera vez en 1824, basado en la estructura política de estados soberanos siguiendo el modelo de Estados Unidos de América, y posteriormente retomado en la Constitución de 1917, los ciudadanos nunca han utilizado este nombre en su vida cotidiana. A lo largo de la historia, el país ha sido conocido por diferentes nombres oficiales, como "República Mexicana" en 1857, "Nación Mexicana" en 1824 y "América Mexicana" en 1814. Sin embargo, el término "México" es el que realmente genera identidad y arraigo entre la población, tanto nacional como internacionalmente.
La diputada aclaró que este cambio no busca alterar de ningún modo la forma de gobierno ni el sistema federal del país. México seguiría siendo una república representativa, democrática, laica y federal, compuesta por estados libres y soberanos. Solo pasaría a adoptar en materia burocrática y legal el nombre más interiorizado por la población, quedando simplemente como “México”.
Además, López Rabadán señala que organismos internacionales como la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Organización de los Estados Americanos (OEA) ya se refieren al país como "México". Por lo tanto, considera que es momento de que la Constitución refleje esta realidad y oficialice el nombre que la mayoría de los ciudadanos utiliza y con el cual se identifica.
No es la primera vez que se presenta una iniciativa de este tipo. La discusión sobre el nombre oficial del país ha sido recurrente en el Congreso, con propuestas de distintas fuerzas políticas a lo largo de las décadas. Destaca la iniciativa presentada por el expresidente Felipe Calderón Hinojosa, tanto en su etapa como diputado federal como durante su mandato presidencial en 2010.
La palabra "México" se rastrea en el náhuatl, componiéndose de "Metztli" (luna), "Xictli" (centro) y "Co" (lugar), traducido como "en el ombligo de la luna". Esto hace referencia a la ubicación geográfica de Tenochtitlán, asentada en el centro de una cuenca que, para los aztecas, visualmente recordaba la figura de un conejo. Siendo así, la propuesta de López Rabadán invita a reflexionar sobre la identidad nacional y cómo el nombre oficial del país puede influir en la percepción interna y externa de México.