Muy queridos amigos, mucho hablamos de hechos históricos así como  en  honrar a caudillos o héroes;  pero nunca nos ponemos a pensar en los personajes que vivieron preocupados por sus trabajadores e incluso por menesterosos de nuestra bella Cuernavaca, tal es el caso de don Ramón Portillo que junto con su familia prodigó cariño y cuidados a esta pobre gente, porque déjenme decirle que la esposa de don Ramón , doña Dolores Sollano de Portillo acudía a las humildes casas de los campesinos para ayudar a bien parir a toda aquella mujer que lo necesitara. Pues bien, el señor Don Ramón Portillo y Gómez, dueño de las Haciendas El Puente, Chiconcuac, Dolores Sollano y Buena Vista era un hombre bondadoso y filántropo. 
Este hombre en los últimos años del siglo XIX, fundó un colegio para las niñas pobres de Cuernavaca, en donde les daban la instrucción escolar con hospedaje vestido y alimentación adecuada, para ello formó un patronato para crear y sostener este colegio dando instrucciones don Ramon Portillo y Gómez de que dicho patronato debía ser presidido por el Señor Obispo de Cuernavaca en aquel entonces Mons. Hipólito Vera y Talonia.
Para el mantenimiento del colegio el Sr. Portillo dejó varias fincas en nuestra ciudad.
Estas Fincas fueron:
Casa en la calle de Morelos en donde fue el colegio de San Luis, hoy Bodega Aurrera; en esa misma calle la casa que durante muchos años fue la Cruz Roja de Cuernavaca, antes de ello fue Cuartel Militar y el día de hoy pertenece a la Universidad Autónoma del Estado de Morelos. En la misma calle frente a la Iglesia de Guadalupe, estaba la casa en donde se instaló el Colegio de los Ángeles, para las niñas y actualmente es un estacionamiento.
La casa de la calle de Hidalgo y Netzahualcóyotl fue mesón, después el Seminario Conciliar de Cuernavaca y actualmente es la escuela Benito Juárez.
Casa en el callejón Ruiz de Alarcón esquina con calle de Hidalgo frente a Catedral, esta casa fue ocupada durante muchos años por el Colegio Santa Inés y actualmente es ocupada par varios comercios. 
En ese mismo callejón tuvo otra finca que también fue ocupada por el Colegio Santa Inés, en donde estuvo el internado para las niñas y  en la esquina con la Calle de Rayón, atrás del Teatro Morelos está la casa que en el siglo XIX fue el Teatro Juan Ruiz de Alarcón, también fue de don Ramón.
El patronato del colegio de las niñas pobres, presidido por el señor obispo don Hipólito Vera, primer obispo de Cuernavaca, administró y sostuvo el colegio por varios años. 
A la muerte del Sr. Obispo Vera, quedó el patronato a cargo de cuatro miembros del mismo.
Fue nombrado segundo obispo de Cuernavaca el señor don Francisco Plancarte y Navarrete, quien se hizo cargo de la presidencia del patronato según lo dispuesto por el Sr. Portillo y Gómez, al poco tiempo el Obispo Plancarte, reformó el colegio de niñas de Cuernavaca dándole el nombre de Colegio Santa Inés y en el antiguo colegio se creó el de los Ángeles para niñas pobres, argumentando que de las colegiaturas del colegio Santa Inés que fue para las niñas ricas de Cuernavaca se sostendría el colegio de los Ángeles.
En 1911 nuestro estado entra en la lucha cruenta de la revolución y eso hace que el obispo Plancarte abandona Cuernavaca.  
A los pocos años estas propiedades aparecieron a nombre del Sr. Francisco Plancarte y Navarrete, obispo de Cuernavaca, las cuales estuvieron en su poder hasta 1920 en que fueron declaradas por el Gobierno Federal propiedad de la Nación por considerar bienes de la iglesia y el clero.
Estuvieron en poder del gobierno por varios años y así fue como en 1946 el Sr. Presidente de la República don Manuel Ávila Camacho, ordenpó se entregará a la Cruz Roja de Cuernavaca la finca anexa a la catedral, por la calle de Morelos
La casa de las Calles Hidalgo y Netzahualcóyotl, actual colegio Benito Juárez fue donada por el Gobierno Federal al Estatal para la construcción de una escuela 
Los herederos del Sr. Obispo Plancarte y Navarrete iniciaron un juicio en contra del Gobierno Federal, el cual duro más de 35 años. El fallo de las autoridades les fue favorable y el Gobierno Federal les entregó las propiedades, las cuales vendieron inmediatamente. No pudiendo recuperar lo que fue la Cruz Roja y lo que es hoy la Benito Juárez  
Pues bien, esto es el final de una gran obra de una persona de gran corazón y que siempre estaba dispuesta a ayudar y procurar a toda persona que lo necesitara.
 Cuando llegó la Revolución don Ramón Portillo y Gómez tomó la decisión de abandonar Cuernavaca, recibiendo una muestra de cariño y agradecimiento porque todos los trabajadores de sus haciendas los acompañaron hasta el puerto de Veracruz, para protegerlos y despedirse de esta familia que quedó en sus corazones ya que partió rumbo a España.
La información sobre la fundación del colegio de Niñas de Cuernavaca la obtuve por los señores Ing. Domingo Diez, don José Antonio Flores y don Ignacio Vega, confirmados en 1960 por el Ing. Leon Salinas. 

La hacienda de Buena Vista perteneció a don Ramón del Portillo. Hacienda de Buena Vista c.a. 1925. Fototeca Valentín López González.

Por: Octavio Sedano Reynoso / osedano@live.com.mx

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