El pasado 16 de noviembre, se conmemoró el 153 aniversario de la designación de la Ciudad de Cuernavaca como capital de Morelos. Es importante recordar que previamente el territorio morelense perteneció al Estado de México. Al estallar la lucha contra la intervención y el imperio, el presidente Juárez decretó la creación de Distritos Militares para la defensa del país, al actual Morelos le correspondió ser el Tercer Distrito Militar. Concluida la lucha y restaurada la República, Don Benito decretó de nueva cuenta el 17 de abril de 1869 la creación del Estado Libre y Soberano de Morelos, el nombre de la nueva entidad que se incorporó al pacto federal correspondió como homenaje y memoria al más grande los mexicanos, el Generalísimo Morelos y a su gesta imborrable en Cuautla en 1812.

Una vez creado el Estado de Morelos, se debió designar capital, lo cual no fue cosa fácil, muchos intereses convergieron, pero al final, en una opinión personal, considero que el novel congreso local tomó la mejor decisión. Se pensó en Yautepec, sitió donde nació la entidad federativa con sus respectivos poderes, en el Teatro Aurora, del cual hoy lamentablemente solo se yerguen algunas ruinas, ahí rindió protesta nuestro primer gobernador, con carácter provisional, el General Pedro Baranda, hijo del insigne marino Pedro Sainz de Baranda, quien en 1825 consumó la independencia al tomar San Juan de Ulúa. Yautepec era un sitio paradisiaco e industrioso que Altamirano describió fotográficamente en “El Zarco”. De cualquier forma todo parecía indicar que la capital sería la histórica Cuautla, cabecera del valle de Amilpas, sin embargo, persistía el inconveniente de ser la zona de influencia de los poderosos hacendados azucareros de la región, quienes fácilmente dominarían el gobierno local, y ahí es donde Francisco Leyva, veterano de la Gran Década Nacional y primer gobernador constitucional obró con maestría y logró que la milenaria Cuernavaca fuera designada capital del estado un 16 de noviembre de 1869, garantizando libertad de maniobra al naciente gobierno estatal.

A Leyva le sucedieron el heroico Carlos Pacheco, Carlos Quaglia, Jesús H. Preciado, y los coroneles Manuel Alarcón y Pablo Escandón. Este periodo que se interrumpió con la Revolución del Sur, fue si bien de falta de libertad de expresión y condiciones cruentas para los campesinos, una constante del porfiriato, también fue de enorme bonanza y progreso, particularmente en el ramo azucarero y el inicio de la constitución de una orgullosa memoria histórica e identidad local con un fuerte acento ya, cuernavacense y morelense.

El pasado 16 de noviembre no pasó desapercibido para José Luis Urióstegui Salgado, el alcalde con tino conmemoró a nuestra ciudad en su 153 aniversario como capital del estado, con la emotiva sesión de cabildo en la cual se impuso la Venera Cuernavaca a distinguidos vecinos y amigos de la Ciudad. Los recipientes de la Venera Cuernavaca fueron Silvia Pinal, Sergio Corona, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Héctor Slim Seade, Guillermo León Flores, Mara Erika Paredes Lira, Marcos Manuel Suárez Ruiz (in memoriam), Flora Guerrero Goff, Nicolás Celis López y David Jiménez González.

La sesión de cabildo se llevó a cabo en el patio central del Museo de la Ciudad, el cual estuvo abarrotado de cuernavacenses, el alcalde y su cabildo supieron en este grupo heterogéneo rendir homenaje a la cultura y el espectáculo, a la empresa y el emprendimiento, a la ciencia y la investigación, al cine, a la defensa del medio ambiente, a la impartición de justicia, la administración pública y a la política. Fue sobresaliente que, a este grupo de galardonados, más allá de los distintos derroteros que los han llevado a destacar en diversos campos, los une, y en el caso de Don Marcos Manuel Suárez lo unió, la oriundez en unos, los años de infancia o la presencia transcurridos en Cuernavaca a otros, pero sin duda el amor a nuestra ciudad, es una constante en todos en su conjunto.

Los homenajeados tomaron la palabra, sus intervenciones fueron breves pero emotivas, ahí refrendaron su cariño y compromiso con Cuernavaca. Sería imposible poder reproducir en este espacio cada una de ellas, sin embargo, hago referencia a las palabras del cuernavacense David Jiménez González, actual embajador de México en Honduras, uno de nuestros políticos más completos, en Morelos ha sido secretario de Gobierno, Presidente del Tribunal Superior de Justicia, Procurador, Presidente de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, Diputado Federal, Senador y un buen alcalde de Cuernavaca. David Jiménez rememoró sus tiempos como alcalde justo en el edificio donde recibió la Venera Cuernavaca, hizo mención no solo a su oriundez y la de sus hijos, sino a cuatro destacados actores en la vida de Cuernavaca y Morelos, los gobernadores Don Emilio Riva Palacio, Don Felipe Rivera Crespo y Don Lauro Ortega Martínez todos ellos de grata memoria en nuestro Estado. También saludó a su antiguo alumno ahí presente, Hugo Salgado Castañeda, cuernavacense de cepa, distinguido miembro del Foro Morelense de Abogados y uno de los notarios públicos más prominentes de México.

José Luis Urióstegui cerró el acto agradeciendo la presencia de los homenajeados, a quienes pidió seguir siendo embajadores de Cuernavaca, también agradeció a todos los presentes y mencionó la presencia del Consejo Municipal para la Cultura y las Artes, del Consejo Consultivo de Turismo y del Consejo de Cronistas, por este último concurrieron Carlos Lavín, Mario Oliveros, Juan José Landa, Alejandra Oliveros, Manuel Quinto, Arturo Aguirre y quien esto escribe.

No han sido tiempos fáciles para la ciudad, las jornadas por venir tampoco se avizoran sin complicaciones, sin embargo el constituir la Venera Cuernavaca es una acción notable que abona no solo a las mejores causas de la ciudad, sino a robustecer nuestra memoria histórica, a fortalecer nuestra orgullosa identidad local en una de las ciudades vivas más antiguas de tierra firme americana, pero sobre todo a refrendar que mientras existan genuinos perfiles para ser recipientes de nuestra venera municipal, significará que nuestra ciudad tiene rumbo y que será siempre la orgullosa capital de Morelos.

 En una emotiva sesión de cabildo se impuso la Venera Cuernavaca a distinguidos vecinos y amigos de la Ciudad.


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