Cuernavaca cuenta con un gran patrimonio mueble que embellece nuestra ciudad, muchas de ellas se realizaron en los años 50s por el artista Everardo Hernández Rodríguez, quien nació el 5 de mayo de 1914 en San Luis Potosí, S.L.P., siendo sus padres el señor Álvaro Hernández y la señora Cenobia Rodríguez Dena. Everardo realizó sus estudios de arte en la Universidad de San Luis Potosí y en 1929 el obispo doctor Guillermo Tritschler Córdova le otorgó una beca para estudiar en Barcelona, España. En 1933 regresó a nuestro país para proseguir sus estudios en la vieja y ameritada academia de San Carlos, de la Ciudad de México.
Posteriormente, en 1937, ingresó nuevamente a la universidad de su tierra natal para realizar estudios de medicina y de ingeniería civil, además de que fue catedrático de dibujo y moldeado anatómico en el bachillerato de medicina.
Cuando corría el año de 1947 vino a radicarse a la ciudad de Cuernavaca, Morelos, ingresando como profesor del Colegio “Cristóbal Colón”, con el padre Armando Vargas Caraza, en donde impartió las materias de dibujo constructivo, biología física y química. Asimismo, ingresó como catedrático de dibujo y moldeado anatómico en el Instituto de Educación Superior del Estado (hoy UAEM), cuando era rector el Dr. Salvador Ruíz de la Torre.
Uno de los primeros trabajos escultóricos que realizó el artista Everardo Hernández en Cuernavaca fue la imagen de la virgen de San Juan de los Lagos que fue colocada en el templo de la Carolina. También creó otras imágenes religiosas para la iglesia de Gualupita, para la antigua capilla de Temixco y para la Iglesia de Dolores, anexa a la Catedral de Cuernavaca.
Su primera obra escultórica urbana fue el monumento a la madre que se encuentra en el Jardín San Juan, en la esquina de Morelos y Santos Degollado. Esta obra fue solicitada por el Club de Leones, quien le pagó al artista la cantidad de 14,000 pesos. El proyecto del parque fue realizado por el arquitecto Alfonso André y fue inaugurada con solemnidad el 10 de mayo de 1951.
A partir de entonces, el escultor Everardo Hernández realizó diferentes obras, por encargo del gobernador del estado general de brigada Rodolfo López de Nava (1952-1958), como fueron las diferentes esculturas que realizó para el Jardín de los Héroes, que estaba en la actual Plaza de Armas Emiliano Zapata Salazar.
El primer monumento que realizó para el Jardín de los Héroes (Hoy Plaza Emiliano Zapata) fue el de Don Benito Juárez, inaugurado el 21 de marzo de 1954. Otra escultura fue dedicada a los autores del Himno Nacional Mexicano, Francisco González Bocanegra y Jaime Nunó, inaugurada el 15 de septiembre de 1954. La colosal estatua de Cuauhtémoc fue debelada el 12 de octubre de 1955. Estos monumentos permanecieron en el jardín por más de una década, ya que en 1966 la plaza se volvió a remodelar y todas las esculturas fueron reubicadas en distintos lugares del estado. Por ejemplo: La escultura de Cuauhtémoc se reubicó en el camellón de la estación de ferrocarril.
El 18 de julio de 1953, el presidente de la República Adolfo Ruiz Cortines le donó al gobierno del estado de Morelos, un predio que se ubica en el kilómetro 46.960 de la autopista México-Cuernavaca, justo en los límites con el Distrito Federal, en donde se colocó un grandioso monumento de piedra de don José María Morelos y Pavón, obra de Everardo Hernández. La escultura de Morelos medía unos 7 metros de alto, estaba de pie, con su brazo derecho extendido y señalando con su dedo índice a la entidad que lleva su nombre. La obra fue inaugurada por el presidente de la República y por el gobernador del estado Rodolfo López de Nava, el 15 de septiembre de 1954. Esta figura fue demolida y sustituida en 1986 por una escultura ecuestre de Morelos, realizada en bronce por los artistas Ernesto Tamariz, Artemio Silva y Eduardo Tamariz, e inaugurada por el presidente de la República Miguel de la Madrid, y es la misma que en diciembre de 2012 fue vandalizada, al ser mutilada por unos delincuentes que pretendían comercializar su bronce.
Otras esculturas que realizó Everardo Hernández en Morelos fueron:
La de Narciso García Mendoza “El niño artillero”, que se yergue en la glorieta de las palmas y que fue develada el 15 de septiembre de 1955. Posteriormente se realizó otra igual para la ciudad de Cuautla que fue inaugurada el 19 de febrero de 1956. Se decía que el modelo de esta escultura fue el hijo del gobernador López de Nava del mismo nombre, Rodolfo.
El monumento al presidente Manuel Ávila Camacho, fundida en bronce que se encuentra en la glorieta de su calle homónima y la avenida Compositores, en Rancho Tetela, frente al que fue el rancho de la Soledad, inaugurada a los dos años del fallecimiento de presidente Ávila Camacho, en octubre de 1957.
No tengo detalles de qué ocurrió después con Everardo Hernández, pero al parecer regresó a su tierra natal para seguir con su trabajo de escultor de arte sacro, en donde realizó importantes creaciones que actualmente lucen en muchas iglesias del país.
Por: Valentín López G. Aranda
