La historia del emblemático Jardín Borda de Cuernavaca, ha tenido diferentes etapas como: Las de esplendor y las de abandono, de envejecimiento y de renovación, de amenaza de destrucción y de salvamento. Asimismo, ha tenido diferentes usos como: Huerto de aclimatación y jardín botánico, casa habitación, casa de retiro espiritual y de contemplación, casa de diligencias, casa de veraneo imperial, oficinas públicas, hotel, restaurante, museo, galería, lugar de exposiciones y espectáculos, foro de conciertos y teatral, recinto ferial, lugar para conferencias y hasta discoteque. Pero este jardín novohispano siempre ha sido y será admirado y disfrutado por toda aquel que lo visita, por su histórica construcción, por su maravillosa y exuberante vegetación, así como por su apacible y relajante ambiente.

Durante el siglo XX el Jardín Borda tuvo el siguiente proceso histórico:

A principios de siglo el abogado jurista Francisco Rodríguez le compró al Gobierno Federal el antiguo Jardín Borda, gracias a que lo había puesto en remate por una sentencia del Tribunal Federal. El Lic. Rodríguez vivió en esta finca junto con su esposa, la señora Soledad Vallejo y sus dos hijas, Elisa y María Eugenia, hasta su muerte en 1909. Posteriormente María Eugenia sería la heredera de este inmueble.

Entre 1910 y 1914 la familia Rodríguez lo rentó a un pastor protestante de apellido Woods, quien vivió allí con su esposa de nombre Sofía. Ellos establecieron una tienda de artesanías y curiosidades para los turistas que cada vez llegaban más a la ciudad gracias al ferrocarril. Seguramente ellos fueron los que dieron las facilidades para que el gobernador provisional Juan N. Carreón le ofreciera una comida de bienvenida a Francisco I. Madero el 12 de junio de 1911, misma a la que asistió Emiliano Zapata, pero al poco tiempo de iniciarse se retiró. 

Se sabe que entre 1915 y 1917 al tener tomada la ciudad de Cuernavaca, los zapatistas realizaron varios banquetes en el Borda. Particularmente cuando sesionó la Soberana Convención Revolucionaria en esta ciudad, del 31 de enero al 11 de marzo de 1915, y seguramente en alguno de estos festines asistió el entonces Presidente Interino de la República Roque González Garza.

Después de la revolución, María Eugenia le rentó el inmueble a varias personas: Primero al señor Armando González, después al señor George J. Watsson quienes poco a poco lo fueron habilitando como hotel. Para 1930 el arrendatario era el señor Carlos Giacomini y su esposa, quienes lo establecen como “Hotel Borda Garden´s” y crean el Restaurant Giacomini, el cual se convirtió en un atractivo más para los turistas que visitaban nuestra ciudad y operó hasta que desapareció en 1944. Ofrecía comida italiana, francesa, alemana, americana y mexicana, así como bebidas finas de todas clases, banquetes y cenas. 

Se sabe que entre 1936 y 1937 la señora Eugenia Rodríguez junto con el señor Giacomini pretendían fraccionar la propiedad para construir unos bungalows a fin de venderlos a particulares y en otra sección levantar un moderno hotel, lo que le produciría un daño irreparable a esta histórica finca.

Al enterarse de la posible destrucción del Borda, el Lic. Adrián Varela Castellanos, diputado de la XXVI Legislatura propuso la expedición de una Ley que fue aprobada bajo el nombre de “Ley Para la Difusión de la Cultura Popular, Protección al Turismo y Conservación de los Monumentos, Edificios y Lugares Históricos del Estado de Morelos” la cual fue publicada en el Periódico Oficial Número 732, del 5 de septiembre de 1937.

El artículo número 9° de dicha Ley señalaba lo siguiente:  

”Se declaran monumentos, centros de atracción turística y sitios históricos: En Cuernavaca: Pirámide de Teopanzolco, Palacio de Cortés, Casa o Jardín Borda, Casa del Olvido o de Maximiliano, Balneario de Chapultepec, El Salto de San Antón, Salto Chico y Parque Melchor Ocampo”. 

Asimismo, el artículo 10° de la citada Ley, ordenaba que:

 “El Estado en caso necesario, expropiará por causa de utilidad social, toda propiedad comprendida en esta Ley o aquella, que fuera descubierta, posteriormente y que por su situación o importancia amerite tal medida, pero con sujeción a la Ley de la Materia”. 

Esta acción del Lic. Varela impidió que se afectará ese importante patrimonio de los morelenses.

Posteriormente, el 10 de agosto de 1944 el señor Elmer Ray Jones le compró el Jardín Borda a la Sra. María Eugenia Rodríguez de Bacha, por la cantidad de $300,000.00. Dicho acto de compra-venta quedo consignado en la escritura número 378 a fojas 113, del libro 19, Sección Primera. 

El Sr. Jones estaba casado con una famosa cantante de ópera, Madame Telva y vivían en Taxco, Guerrero. 

En el Directorio Telefónico de Cuernavaca No. 15 de 1952 consigna que el Hotel se llamaba “Borda Garden´s Inn” y que se ubicaba en la calle de Zapata No. 9 y su teléfono era el número 26 Ericsson. 

Continuará…

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