Vecinos de la colonia Jardines las Delicias, de Cuernavaca bloquearon la Av. San Diego porque el Ayuntamiento de Cuernavaca insiste en retirar las rejas instaladas que, aseguran, los protegen de la delincuencia que se vive.
Alrededor de las 10:00 horas, de ayer, los colonos decidieron tomar la calle porque se verían vulnerables si las autoridades quitan dichas rejas, ya que en la zona se han presentado diferentes situaciones de delincuencia, como asaltos a mano armada, robo en las casas, intentos de secuestros a menores de edad, e incluso, señalaron que en una de las casas se metieron a robar a plena luz del día, amarrando y golpeando a la familia que se encontraba dentro.
“Quitar las rejas es abrirle paso a la delincuencia. Nosotros no podemos permitir que nos retiren la única barrera que tenemos para protegernos. El Ayuntamiento tendría que estarnos protegiendo en vez de desprotegernos”, expresó Fernanda Hernández, vecina de esta colonia.
Denunciaron que el secretario del Ayuntamiento, Carlos de la Rosa Segura, en vez de generar una solución frente a la violencia que atraviesan, los amenazó con usar la fuerza pública para retirar las rejas y que constantemente ha mentido frente a los medios de comunicación diciendo que los colonos han agredido a su personal.
Además, hicieron una aclaración, donde manifestaron que las declaraciones del secretario son inciertas y que el hecho de quitar específicamente la reja de la calle Laurel en esta colonia es porque tiene intereses particulares, ya que aseguran que tiene relación con el dueño del restaurante Cocina Suiza, negocio que se encuentra a dos cuadras de dicha calle y que se instaló con permisos irregulares. Pues externaron que el comportamiento del secretario es un acto de corrupción que solo pretende favorecer a sus propios intereses.
Los colonos permanecieron bloqueando la misma avenida en diferentes puntos por varias horas, pero no recibieron respuesta alguna de las autoridades municipales, a pesar de que simultáneamente el gobierno de José Luis Urióstegui declaró que tendría “el mejor diálogo con los inconformes”; sin embargo, los hechos y las denuncias de los cuernavaquenses desmienten ese discurso.
