El 4 de noviembre conmemoramos el Día de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Este organismo especializado de la ONU fue creado para mejorar la calidad de vida de las personas y promover la paz a través de la cooperación internacional en educación, cultura, comunicación y ciencia.
Fundada tras la II Guerra Mundial, la UNESCO tuvo como objetivo restaurar los sistemas educativos en los países aliados afectados por el conflicto y que carecían de recursos suficientes. Su misión es contribuir a la paz mundial y elevar la calidad de vida de los ciudadanos.
La constitución de la UNESCO fue adoptada en noviembre de 1945 por 44 países, de los cuales 37 aprobaron su creación. Este documento entró en vigor el 4 de noviembre de 1946, y en 1958 se inauguró su sede principal en París.
En la década de 1970, surgieron discusiones sobre el Nuevo Orden Mundial de la Información y Comunicación (NWICO), abordando temas como el control estatal de los medios y la libertad de prensa. El Informe MacBride, que proponía medidas para democratizar la comunicación, generó controversia y llevó a la desincorporación de países como Estados Unidos y Reino Unido.
En 2011, la UNESCO aprobó la adhesión de Palestina como miembro, con el objetivo de fomentar el diálogo intercultural, invertir en educación y combatir el extremismo violento. Esta decisión provocó nuevas polémicas, pero la UNESCO sigue trabajando por la unificación de naciones y el fortalecimiento del universalismo.
Hoy, 195 países y 8 miembros asociados forman parte de esta organización internacional, uniendo esfuerzos para optimizar el uso de sus recursos y valores, mientras promueven la paz y la diversidad cultural. La Directora General de la UNESCO es Audrey Azoulay, en el cargo desde 2017, y la organización cuenta con 5 redes y 9 institutos.