Las freidoras de aire se han convertido en uno de los electrodomésticos favoritos en los hogares, gracias a su promesa de preparar platillos crujientes sin necesidad de aceite.
Su uso ha sido promovido como una alternativa más saludable frente a la fritura tradicional, lo que ha llevado a millones de personas a integrarlas en su rutina diaria. Sin embargo, detrás de sus beneficios también existen riesgos poco conocidos que podrían afectar la salud si no se utilizan correctamente.
Uno de los principales peligros radica en la formación de acrilamida, una sustancia química que se genera cuando ciertos alimentos ricos en almidón, como las papas, el pan o algunos cereales, se cocinan a temperaturas superiores a los 120 °C. Según la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC), esta sustancia ha sido clasificada como "probablemente cancerígena" para los humanos, debido a estudios que han encontrado vínculos entre su consumo constante y el desarrollo de ciertos tipos de cáncer.
En el caso de las freidoras de aire, el riesgo aumenta cuando los usuarios sobrepasan los tiempos y temperaturas recomendados por el fabricante. Al cocinar los alimentos por demasiado tiempo o a temperaturas muy altas (arriba de los 200 °C), se genera un mayor nivel de tostado e incluso quemado en la superficie de los alimentos, lo cual incrementa significativamente la presencia de acrilamida.
Este riesgo es mayor si se recalientan alimentos previamente cocidos o si se cocinan productos altamente procesados.
Para reducir este peligro, los expertos recomiendan cocinar a temperaturas controladas, entre 160 °C y 180 °C, y estar atentos a que los alimentos no se doren en exceso. También es importante no reutilizar alimentos cocidos ni recalentar múltiples veces los mismos productos, ya que esto eleva la concentración de compuestos dañinos.
Optar por productos frescos en lugar de congelados o empanizados también puede disminuir el riesgo, ya que muchos alimentos precocinados ya contienen niveles altos de acrilamida.
En conclusión, aunque las freidoras de aire representan una opción moderna y saludable cuando se usan de manera adecuada, es fundamental conocer los riesgos que puede implicar un mal uso.
Prestar atención a la temperatura, los tiempos de cocción, y la calidad de los ingredientes no solo mejora el sabor de tus comidas, sino que también protege tu salud a largo plazo. Como en todo, la clave está en la moderación y el buen uso de la tecnología.