Con una inversión de casi 2 mil millones de pesos, entre recursos estatales y federales, el estado de Nuevo León construye 700 nuevos espaciosen los penales de Apodaca y Cadereyta que darán paso al cierre del Penal de Topo Chico.
Así lo anunció Manuel González, secretario general del Gobierno de Nuevo León, quien acudió al Congreso Estatal en el marco de la glosa del Tercer Informe de Gobierno sobre el tema de Seguridad Pública.
Detalló que el Penal de Topo Chico ya es inoperante e ineficaz, por lo que la administración de Jaime Rodríguez Calderón buscó nuevas opciones como la construcción de estos nuevos espacios, en donde se reacomodarán a los internos que hay en los penales del estado.
Esa es la respuesta a la sobrepoblación y a la ineficacia en la profesionalización de los servicios penitenciarios”, apuntó.
En febrero del 2016, a escasos meses de que el gobernador Rodríguez Calderón tomó las riendas del gobierno estatal, un enfrentamiento entre grupos de la delincuencia organizada al interior del Penal de Topo Chico dejó 49 muertos.
El referido centro penitenciario fue construido en 1943, por lo que a la fecha tiene 75 años y de acuerdo con el secretario general de Gobierno ya terminó su ciclo.
Sin embargo, la construcción del Penal de Mina que proyectó el gobierno de Rodrigo Medina, González sostuvo que sería una obra muy costosa para la que no hay recursos, por eso se ampliarán los otros dos centros penitenciarios existentes. Cada uno con 350 celdas.
Una parte será con recursos del estado y la otra con federales, dijo.
Empezamos a formar un ahorro que permitió que con recursos propios se estén construyendo, en terrenos del gobierno aledaños al Penal de Apodaca 350 celdas”, explicó.
Mencionó que el resto de los recursos necesarios, él mismo los consiguió con la federación y son para la edificación de otras 350 celdas más en el Penal de Cadereyta.