En retrospectiva, el problema del cultivo, tráfico, venta y consumo de las drogas en México tiene su historial… Desde tiempos viejos antes de que el PRI fuera Gobierno y luego en sus casi 70 años de mandato en este país, el problema de las drogas tuvo fortalecimiento y crecimiento, particularmente por el cultivo, tráfico y venta de la marihuana, cuyo consumo se recuerda entre los bajos, medios y altos estratos sociales, siempre en la clandestinidad, así como en los cuerpos de uniformados y criminales libres o encarcelados… No era raro saber que entre los soldados del Ejército el uso de la marihuana para algunos fuese una costumbre, al igual que entre los policias preventivos y otras denominaciones de la seguridad, quienes también se fumaban o chupaban su “juanita”… En muchos festejos y reuniones sociales tanto de los fregados como de la “gente de caché”, echarse su ‘pitillo’ de marihuana era motivo de admiración por algunos de ellas, ellos y hasta de presunción… México era visto desde el extranjero, sólo como cultivador de la cannabis en la clandestinidad, que poco a poco fue creciendo hasta que en los tiempos del Presidente Miguel de la Madrid Hurtado, su Secretario de la Defensa Nacional Juan Arévalo Gardoqui fue indiciado de tener sus extensiones de cultivo no sólo de marihuana sino de amapola, en las serranías de Guerrero, Sinaloa y Sonora, con la mano de obra y vigilancia de soldados… Desde los espacios de Sudamérica por Colombia, se consideraba a México como país de tránsito de las drogas hacia los Estados Unidos y otros destinos, bajo las decisiones, disputas o convenios de capos como Pablo Escobar Gaviria, Rafael Caro Quintero, Héctor Luís Palma, Miguel Ángel Félix Gallardo, Amado Carrillo Fuentes y otros de aquellos tiempos… Con el priísta Carlos Salinas de Gortari el tema de las drogas se desbordó, pues su hermano incómodo Raúl fue indiciado como ‘Capo de capos’, por lo cual cuando Ernesto Zedillo Ponce de León llegó a la Presidencia de la República, procedió con sus suprapoderes a encarcelar al hermano de Carlos y mandar a éste al exilio en Irlanda, lo cual no fue suficiente para frenar el ‘narcopoder’ creciente de los capos, donde apareció gente como los hermanos Ramón y Benjamín Arellano Félix; Joaquín Guzmán Loera, los hermanos Carlos, Arturo, Alfredo y Héctor Beltrán Leyva con una serie de cárteles extendidos en el país por rumbos del Golfo, el Pacífico, Jalisco, Michoacán, Sinaloa y otras latitudes estatales que se incorporaron a ellos, lo cual incluyó a políticos y gobernantes que le entraron a este negocio, por ello se empezó a hablar en México del ‘narcopoder’, ‘narcoeconómico’, ‘narcopolítica’ y ‘narcogobierno’… Este tenebroso tema y problema creció desmesuradamente, a tal grado que aparecieron cárteles por Guerrero, Tepito, Sinaloa, Tamaulipas, Sonora, Guanajuato, Michoacán, Zacatecas, Baja California, Quintana Roo y en distintos rumbos del Norte de México, donde los “narco ricos, narcopolíticos y narcogobernantes” se hicieron cómplices de los llamados ‘capos de los cárteles’, que a final de cuentas han llevado al país a la sumisión ante estos últimos, particularmente por lo que corresponde al crecimiento geométrico de los laboratorios productores de drogas, ahora más peligrosas que la marihuana, como la cocaína, morfina, heroína, cristal y millones del ‘pastillaje’ que han venido a sumir en la desgracia, no sólo en México sino en diversos países del mundo el tan llevado, traído y temido fentanilo, que pareciera ser la droga mortal de moda en los mercados del narcotráfico mundial… Por desgracia en los tiempos de la 4T, México no es ajeno a ello, a grado tal que al presidente Andrés Manuel López Obrador se le ha visto, sabido y oído de su misma voz, la expresión de que tiene amigos entre la gente vinculada al narcotráfico… En este contexto, las centenas o miles de asesinados entre los tiempos de Felipe Calderón -PAN-, Enrique Peña -PRI- y Andrés Manuel López Obrador -Morena-, van hacia el medio millón de ultimados, a lo cual se suma por todo el país, el llamado “lavado de dinero” que es visible e indiscutible… ¡Todo esto parece imparable..! ¡Hasta mañana que será un día más!.
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