Un hallazgo científico publicado en la revista Cell revela cómo ciertos tumores logran sobrevivir al tratamiento.
En un sorprendente avance científico, investigadores han descubierto que las células cancerosas pueden entrar en un estado similar a la hibernación para resistir los efectos de la quimioterapia. Este hallazgo, publicado recientemente en la prestigiosa revista Cell, podría transformar la manera en que se concibe y se aplica el tratamiento contra el cáncer.
Según el estudio, las células cancerosas, al verse sometidas al estrés provocado por los fármacos quimioterapéuticos, reducen su actividad metabólica a niveles mínimos, imitando el comportamiento de ciertos animales que hibernan para sobrevivir en condiciones extremas. Este “modo hibernación” permite que las células entren en un estado de latencia, evadiendo el daño de los medicamentos y aumentando las posibilidades de que el cáncer reaparezca tras un tratamiento aparentemente exitoso.
Este fenómeno no solo ha sido observado en laboratorio, sino también en modelos animales, según reportes adicionales publicados en revistas como Nature y Cell Reports. Un equipo liderado por el Dr. Cédric Blanpain, de la Universidad Libre de Bruselas, logró identificar mecanismos genéticos específicos que regulan esta latencia. Las células “pausan” su crecimiento hasta que el entorno vuelve a ser favorable, momento en el cual pueden reactivarse y proliferar nuevamente.
Las implicaciones de este descubrimiento son significativas. Ahora, los científicos están enfocados en encontrar formas de interrumpir este proceso de “hibernación celular”, con el objetivo de evitar que las células cancerosas escapen al tratamiento. Entre las estrategias en desarrollo se encuentran fármacos que podrían “despertar” a estas células latentes, haciéndolas nuevamente vulnerables a la quimioterapia convencional.
“Los científicos aún no comprenden todas las implicaciones de la señalización de las células cancerosas moribundas en el cáncer humano. Con más investigación, los investigadores pretenden comprender mejor los mecanismos biológicos subyacentes al cáncer y así desarrollar tratamientos más eficaces”, señala LiveScience.
Este descubrimiento abre nuevas perspectivas para la medicina oncológica y plantea importantes preguntas sobre cómo personalizar las terapias para evitar recaídas. En la medida en que avanza la investigación, los expertos confían en que será posible diseñar tratamientos que no solo destruyan las células activas, sino también aquellas que intentan ocultarse en la sombra de la enfermedad.