Después de ganar el Clásico al odiado adversario, se presentaba una oportunidad de oro para el Guadalajara al tener, en la misma semana, dos partidos como local.
Los rivales no eran sencillos, pero la moral en alto y haber parado en seco a la ofensiva azulcrema, presagiaban algo muy bueno.
Primero, Tigres pagaba el juego pendiente y en el desarrollo del encuentro, Chivas llegaba, disparaba, le pegaba al poste y convertía al meta felino, Nahuel Guzmán, en la figura del encuentro.
Hasta se dieron el lujo de fallar un penal. Efraín Álvarez tuvo en sus botines los tres puntos, pero una vez más, el arquero argentino hizo valer su colmillo y calidad.
El pasado sábado, el estadio Akron se vistió de gala para recibir al actual monarca, los Diablos Rojos del Toluca.
Esta vez, ni las manos metieron, quedando muy por debajo en el aspecto técnico, físico y mental de los dirigidos por el “Turco” Antonio Mohamed.
Aplicando la “ley del ex”, Alexis Vega, tras recibir una carretada de mentadas al anunciarse su nombre por el sonido local, los trajo locos dando una asistencia, anotando un gol y provocando la expulsión de Fernando González.
Casi empezando el segundo tiempo, el apodado “Oso” dio una patada por detrás al multicitado delantero escarlata. La gravedad no es percibida por el juez central, Marco Antonio Ortiz, sin embargo, luego de la revisión en cancha, el “Gato” sacó la cartulina encarnada y lo que ya era cuesta arriba, se volvió una empinada montaña para los caprinos.
En otra falta bastante fuerte, que efectivamente era solo para amarilla, el toluqueño Bruno Méndez se acercó a protestar e incluso a insultar al intemperante felino vestido de silbante e inmediatamente lo mandó a bañar.
Un dato curioso fue que, después de varios meses sin jugar, el entrenador metió de cambio a Javier Hernández.
El “Chicharito” lució evidentemente fuera de distancia, alocado y fallando remates de rutina.
O sea que, de seis puntos posibles, jugando en la localía, el cuadro rojiblanco solo rescató una unidad.
Esto los deja en la decimotercera posición, con ocho puntos, promediando menos de uno por partido y lejos de los lugares para la postemporada.
Ahora vuelve a ser anfitrión, esta vez de Necaxa, el día de hoy.
Interesante será ver y oír como recibe el respetable al innombrable de Fernando Gago, quien dejó al equipo colgado de la brocha para ir a hacer el ridículo con Boca Juniors.
En el cierre de la doble jornada, visitará al colero Puebla.
Desesperante debe ser para la directiva y para el director técnico, la inoperancia ofensiva del equipo.
Además, luego de mostrar un trabajo impecable en defensa ante el América, con increíble facilidad se desdibuja, cometiendo errores que cuestan goles.
En la conferencia de prensa, terminando los partidos, se ve a un Gabriel Milito desencajado, pálido y buscando encontrar las palabras precisas para explicar los resultados y definir su estado anímico.
Guadalajara es, sin duda, un…cuadro bipolar.

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