A una fecha de concluir, el torneo mexicano sigue esperando la colocación de los equipos que disputarán la postemporada.
El monarca reinante se encontró con una muralla de nombre Camilo Vargas, en su visita a Jalisco para enfrentar al Atlas. El arquero colombiano realizó lances de milagrería para dejar su meta imbatida, erigiéndose en la figura del partido. Con el empate, los Rojos del Estado de México tuvieron que ceder la estafeta de líder y ahora se jugarán una fuerte carta ante el América el próximo fin de semana. Ambos tienen 34 unidades, aunque los Diablos aventajan en la diferencia de goles, por aquello de que se diera una igualada.
Por lo demás, el ganador aseguraría, por lo menos, el segundo sitio general.
El Clásico del Norte tuvo como saldo un empate, que deja la mesa servida para los dirigidos por Guido Pizarro. Los Rayados van contra Guadalajara, sin que ello entrañe un peligro para su ya seguro quinto lugar. El chiverío se metió al estadio Hidalgo con la obligación de ganar y así lo hicieron.
Los pupilos de Gabriel Milito juegan bastante bien al futbol, aunque en lapsos se ven acelerados y poco precisos. El joven Armando González, a quien apodan “La hormiga”, tiene movimientos naturales que lo hacen muy peligroso, pero no es letal por precipitar su remate. Sin embargo, anotó el gol más difícil de los que se le presentaron y solo con trabajo podrá ganar en puntería.
Los Tuzos, por su parte, plagados de ausencias por lesión o suspensión, deberán esperar hasta lo último si quieren entrar al Play-In. Les espera una difícil visita a Torreón, donde de manera increíble, Santos mantiene encendida una velita.
Pumas ganó su partido como local, goleando a un inerme cuadro de Tijuana. La verdad, es inexplicable cómo puede un cuadro jugar tan mal al futbol como lo hizo Xolos el domingo. “Horrores” más que errores fueron los que se cansaron de cometer y que no me vengan con el sobado pretexto del horario. Cierto que ya es inoperante jugar en la Capital a las 12:00, pero de ahí a no saber qué hacer con la pelota, media un océano de distancia.
Las bondades de este sistema de competencia, diseñado para el negocio, es que, derrotando al Atlas en Tijuana, estarán dentro. Por su parte, los universitarios la tienen en chino mandarín, pues cierran el campeonato visitando a uno de los más serios candidatos al título: Cruz Azul. Los celestes amanecieron, luego de borrar al Puebla, en la cima y de ellos depende conservar el lugar de privilegio. La Máquina está aceitada, va recuperando jugadores lesionados y tienen claro el sistema impuesto por Nicolás Larcamón.
Lo único que le puede restar fuerza competitiva es ese absurdo alargue, con descanso forzoso, que deben sufrir aquellos equipos que comandan la Liga. Entre fecha FIFA y Play-In, serán casi tres semanas. Una verdadera locura que solo pasa en México.
Por lo pronto, como el cielo, tenemos… azul, pintado de azul.
