El diputado por Jonacatepec Maximino Mendoza Omaña llegaba una mañana de l969 a su rancho en Zacapalco, municipio de Tepalcingo, cuando fue emboscado y muerto por la banda de los primos Sósimo e Isidoro Bueno Montesinos, que de buenos no tenían nada, dedicados de años atrás al abigeo y al secuestro. La orden del gobernador Emilio Rivapalacio Morales al jefe de la Policía Judicial debió ser: ¡deténganlos a como dé lugar!, y seguramente José Ortega Angulo la entendió de la única manera que exigían las circunstancias: vivos o muertos. El encuentro de la Judicial con los Bueno tuvo lugar en Iztapalapa. Allá los habían ubicado los policías que hacía semanas les seguían la pista. ¿Y saben quién era uno de los judiciales? Salomón Salgado Urióstegui, el guerrerense por nacimiento y morelense por adopción que se volvió famoso en febrero de 2001 cuando metió en un brete al PAN nacional y al mismísimo Vicente Fox por su declaración de que en la tierra de Emiliano Zapata había francotiradores esperando al “Subcomandante Marcos” y a su comitiva para darles la “bienvenida”. De acuerdo a testimonios de policías retirados que en los sesenta estaban en activo, a la caza de los Bueno iban también Raymundo Ceballos y Domitilo Landa Ayala, como jefe y subjefe del grupo. Semanas o meses más tarde, Ceballos y Ayala sostuvieron otro encuentro a balazos, por el rumbo de El Higuerón, con la gavilla de abigeos que dirigía Pedro Avilés. Al parecer Salomón recibió un balazo en el estómago y un “rozón” en la testa, pero debe decirse que en este sentido el dato es contradictorio. José Luis Urióstegui Román era tío de Salomón, y aseguraba no recordar este episodio. Tal vez a Salomón le salió lo policía al retar al enmascarado Marcos “a un duelo junto con diez hombres para que tengamos un enfrentamiento con mis diez hombres y yo”. Procedente Guerrero, emparentado con el clan de los Cuevas Urióstegui que en los sesenta y los setenta fueron temibles por haber matado a tanta gente que hasta ellos mismos perdieron la cuenta, Salomón llegó niño a Morelos para años después establecerse en la colonia La Joya, una de las veintitantas que durante el lapso l972-82 promovió su tío José Luis. Fue en l964 cuando años después diputado independiente causó alta en la Policía Judicial, inicialmente como chofer del jefe Luis García Becerril. Sobrevivió el sexenio de Emilio Rivapalacio y al inicio del período de Felipe Rivera Crespo aparentemente fue dado de baja por el sucesor de Ortega Angulo en la dirección de la PJ, el legendario Francisco Bravo, que junto con Mario Olea son considerados los mejores jefes que ha tenido la corporación. “Pancho”, que saliera indemne de muchas balaceras, murió irónicamente a consecuencia de una gangrena en l997. A petición de la alcaldesa de Arcelia, la profesora Lidia Abarca, buscaba en la sierra de Tierra Caliente a los secuestradores de un niño y, enfermo ya, el mal se le complicó. De policía judicial a diputado no parece una mala carrera política. Y no ha sido el único. Estaba también el chaparrito Jorge Rodríguez Rodríguez, de Jonacatepec. Alcalde de su pueblo en l973-76 y diputado al siguiente trienio, venía de ser el jefe de la Judicial de Guerrero con el gobernador Raymundo Abarca Alarcón. Hermanados los estados de Morelos y Guerrero, de este mestizaje regional de policías y políticos proviene el alcalde electo de Cuernavaca, José Luis Urióstegui Salgado… (Me leen después).
Por: José Manuel Pérez Durán