En tiempos preelectorales es común que algunos políticos intenten “quedar bien” con la grey católica, publicitándose en las redes sociales al lado del obispo Ramón Castro y Castro. Su intención y su “estrategia” son obvias: pretenden candidaturas a puestos de elección popular y, si lo logran, que personas cándidas voten por ellos el próximo 2 de junio. Ex alcalde de Cuernavaca, recientemente el priista Manuel Martínez Garrigós publicó en su muro de Facebook una fotografía en la que aparece con el Obispo y el señor Ángel Carvajal, así como con un hombre y una mujer. La imagen tiene por fecha el 6 de febrero de 2024. Dos semanas después, subió a su muro de redes sociales una imagen con el fondo de un cuadro de la virgen de Guadalupe y el texto que dice: “Al ritmo de Alejandro Lora y el TRI, de México, ‘Virgen Morena’”. Pero al ser Manuel Martínez uno de los políticos priistas más populares de Cuernavaca, no necesita recurrir al engaño de este recurso para hacerse publicidad y, dado un antecedente específico de Ramón Castro, más que ayudarlo lo perjudica.
Otro: en 2021, cierto regidor electo del PRI se ufanó de su relación con el obispo Castro, publicando una foto con él. ¿Sabía en ese momento el dignatario de la Iglesia Católica que el presunto regidor tenía reputación de transa? Su método fue, o es aún, simple pero efectivo. Convenció a uno de sus amigos que fuera su aval para obtener un préstamo bancario, los dos se presentaron en el banco y se entrevistaron con una ejecutiva. El amigo del transa tenía un préstamo preautorizado, así que el trámite fue rápido y el defraudador salió del banco con cien mil pesos en el bolsillo. El amigo del timador debería pagar algo así como diez mil pesos mensuales, pero el defraudador sólo le entregó el dinero de un par de meses, pasó el tiempo y el deudor cayó en la cartera vencida, ante lo cual el banco “se conformó” con la suma pagada, incompleta, a cambio de no seguir requiriendo al deudor que acabó cayendo en el descrédito de la cartera vencida. Hoy, tres años después, en medio del proceso de la selección de candidatos hacia las elecciones del 2 de junio, el columnista está dispuesto a darle los detalles y el nombre del priista transa al presidente estatal del PRI, Jonathan Márquez.
Más bochornoso resultó el caso del obispo Ramón Castro, relacionado con una denuncia por daño moral que hace nueve años fue presentada por un exseminarista de Campeche. Lo que de cierta manera se relaciona con el intento de pacificar el estado de Guerrero, o el hecho de que no hay peor lucha que la que no se hace. Si bien sucedió el miércoles de ceniza del año pasado, fue hasta hace un par de semanas que se hizo público que un arzobispo y tres obispos se reunieron con jefes de grupos del crimen organizado para buscar la pacificación de Guerrero, respectivamente, de las diócesis de Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González Hernández; Acapulco, Leopoldo González González; Tierra Caliente, Joel Ocampo Gorostieta; Tlapa, Dagoberto Sosa, y de la Región Centro, José de Jesús González. Si bien es cierto que infortunadamente no lograron acuerdos en las negociaciones, al menos lo intentaron, lo que en Morelos no ha hecho el obispo de Cuernavaca. Que se sepa, no se ha reunido con los jefes del crimen organizado de nuestra entidad… (Me leen mañana).
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