Socarrón, el expresidente Felipe Calderón Hinojosa declaró recientemente que tiene “muchas dudas” sobre el veredicto dictado por un juzgado en Estados Unidos en contra de Genaro García Luna. Como es sabido, el exsecretario de Seguridad Pública en el gobierno de Calderón fue declarado culpable de conspirar para la distribución internacional de cocaína, para la distribución y posesión de cocaína, para importar cocaína y delincuencia organizada así como dar declaraciones falsas en su solicitud de naturalización, al asegurar que no había cometido ningún delito en EUA.
Pero el sentido común de los mexicanos no tiene ninguna duda al considerar a Calderón como un vulgar ladrón. Que lógicamente no fue con su sueldo de funcionario público como adquirió mansiones lujosas con elevador incluido, departamentos en rascacielos en Miami frente al mar y más propiedades en zonas exclusivas de Florida que le fueron incautadas por el gobierno estadounidense. Frente a estas demostraciones de opulencia cínica, resultan unos changarros los restaurantes “Los Cedros” que tuvo en Cuernavaca y Xochimilco la esposa de García Luna, Linda Cristina Pereyra Gálvez.
Entre la sentencia de culpable, el 21 de febrero, y que el Tribunal Federal del Distrito Este de Nueva York le dicte cadena perpetua o al menos 20 años de cárcel, el 27 de junio, el “súper policía” que presumían los panistas tiene tiempo más que suficiente para reflexionar y decidir si se come él solo la sentencia o gestiona y logra un acuerdo como testigo colaborador que eventualmente lo ponga en libertad a cambio de que delate a su o sus cómplices. ¿Entre éstos está Felipe Calderón?
Específicamente, las acusaciones contra García Luna son que colaboró para que, entre 2002 y 2008, el cártel de Sinaloa traficara seis cargamentos de droga que sumaron 53 toneladas. Sergio Villarreal Barragán, “El Grande”, un narcotraficante de dos metros de estatura que fue la mano derecha de Arturo Beltrán Leyva hasta diciembre de 2009 cuando éste fue abatido por la Marina en un departamento de los edificios Altitude de Cuernavaca, reveló en el juzgado de Brooklyn que él se encargó de pagar los sobornos al exfuncionario federal y que entre 2001 y 2004 el monto de los pagos fue de 1.5 millones de dólares mensuales, más o menos unos 72 millones de dólares durante cuatro años. El dinero, dijo, provenía de una cooperación de los miembros del dicho cártel, desde Beltrán hasta Ismael “El Mayo” Zambada y Joaquín “El Chapo” Guzmán. De acuerdo al escritor y periodista experto en temas de seguridad, Ricardo Ravelo, un grupo de sujetos fuertemente armados que se identificaron como hombres del cártel de los Beltrán Leyva interceptaron a García Luna en la autopista a Tepoztlán . “El señor quiere hablar contigo”, le dijeron y se lo llevaron. Entonces jefe de la AFI, Genaro sabía de qué se trataba, le dijo a sus escoltas que no intervinieran, se bajó del vehículo y se fue con el comando.
Otro testigo de la Fiscalía, Óscar Nava “El Lobo” Valencia,
aseguró que le pagó “más de 10 millones de dólares en efectivo” al exsecretario de Seguridad Pública. “Le di más de 10 millones en efectivo procedente de la droga”, dijo.
Pero para entonces, literalmente Felipe Calderón ya había puesto mar de por medio. A mediados de diciembre de 2022 desembarco en España. Dos meses antes, había conseguido una autorización de residencia y trabajo como profesional “altamente cualificado”, apadrinado por el expresidente del gobierno, José María Aznar, que lo metió al Instituto Atlántico de Gobierno por un plazo de dos años renovable a cinco. Dicho en buen romance: el viaje de Calderón a Madrid o la graciosa huida del miedo que no anda en burro. Antes de “Gelipe”, los también expresidentes Carlos Salinas de Gortari y Enrique Peña Nieto ya estaban huidos en España como “residentes legales”… (Me leen mañana).
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