La Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) tendrá su primera rectora. Próximamente será electa por las dos terceras partes de los integrantes del Consejo Universitario, 98 de 148. A cualquiera de Viridiana León, Fabiola Álvarez o Lorena Noyola le cabrá el honor de ser, históricamente, la primera rectora de la UAEM. Y, si se atreve, la primera titular de la Rectoría en tener las agallas para llevar a la cárcel a un exrector, en este caso
Alejandro Vera Jiménez, a quien el todavía rector, Gustavo Urquiza Beltrán,
no quiso o no pudo encarcelar, por propia voluntad o porque así le fue ordenado desde lo alto del Gobierno Estatal.
Cuatro años con la deshonrosa calidad de prófugo de la ley cumplió el exrector Vera Jiménez, contados a partir de marzo de 2019 cuando le fue dictada la orden de aprehensión relacionada con la causa penal JC/860/2017. Sin embargo, desde donde esté, en México o en el extranjero, el nombre de Alejandro Vera Jiménez continúa salpicando la política de Morelos. el presidente del patronato de la UAEM cuando Alejandro Vera era el rector, hasta el día de hoy
Mario Caballero Luna,
hace como el monje loco; finge que no sabe nada del fraude perpetrado con recursos de la UAEM del que está acusado su amigo Vera y en contra del cual pesa la orden de aprehensión incumplida. El caso de Alejandro Vera también alcanza a la ex directora general y aspirante a gobernadora de Morelos, Margarita González Saravia, por ser ella quien llevó a Mario Caballero a la subdirección y/o coordinación de asesores de la LN. A la salida de Margarita González de la LN en agosto anterior, más tardó el doctor
Marco Antonio Mena Rodríguez
en ser nombrado director general de la LN que en despedir a Mario Luna, del que se dice sigue asesorando “políticamente” a Margarita, la ex panista-perredista y en realidad contraria a la política del presidente Andrés Manuel López Obrador. Mena fue gobernador de Tlaxcala en 2017-2021. Según un resolutivo del Tribunal Federal de Justicia
Administrativa emitido en julio de 2020, Vera está señalado del desvío de 239.3 millones de pesos mediante operaciones inexistentes como parte de la llamada “estafa maestra” en la cual fue involucrada Rosario Robles Berlanga, que luego de estar presa tres años en agosto de 2022 recuperó la libertad, en julio pasado estuvo en Morelos y ahora es mencionada como aspirante a jefa de gobierno de la CDMX por parte de la coalición PRI-PRD-PAN.
Estos son los hechos, lo demás resulta politiquería vulgar. Como esta declaración de Juan Salazar Núñez, el supuesto fiscal anticorrupción, quien dijo en la polvareda que levantó el asunto de la pensión que mes a mes cobra Alejandro Vera: “Puedo confirmar que efectivamente se encuentran vigentes algunas órdenes de aprehensión en contra del exrector, Alejandro ‘N’, por ser partícipe de probables hechos ilícitos. Una de esas órdenes de aprehensión es por delitos cometidos en agravio de nuestra máxima casa de estudios. Y también puedo confirmar que está vigente la recompensa que hemos ofrecido, hasta mil 110 UMAS a quien aporte información útil para su localización”. Comenté entonces: Núñez descubrió el hilo negro, fue tan “deductivo’” como “enérgico”, insinuó que Vera podría continuar viviendo en México, ya que en las fronteras se emitieron “fichas rojas” para su localización al declarársele sustraído de la justicia y no ha sido detectado. Las comillas son necesarias cuando la política habla rebuscado. Expresó: “Están vigentes dos ofertas de recompensa a quien ofrezca información útil para la captura del exrector Alejandro N (pero) no ha habido nadie hasta el momento que se haya acercado. Tiene años que se encuentra sustraído de la acción de la justicia con dos órdenes de aprehensión en su contra”... (Me leen mañana).
