Para el próximo “grito” de Independencia la estatua de Emiliano Zapata Salazar ya estará donde siempre debió estar: en el Zócalo. El anuncio lo hizo el secretario de Infraestructura, Adolfo Barragán Cena. Aseguró que pronto serán terminados “los trabajos de intervención” en la Plaza de Armas General Emiliano Zapata Salazar. No precisó si serán retiradas las diez letras de la palabra “Cuernavaca”.
La siguiente ceremonia del “grito” será la primera en la historia de Cuernavaca en ser presidida por una mujer, la gobernadora Margarita González Saravia, quien señaló: “queremos que esta celebración no se limite al Grito de Independencia”. A lo que el columnista añade la propuesta de que la escultura del “Morelotes” sea rescatada del olvido –relegada en la plazuela de los vendedores de artesanías de plata– y reintegrada al centro de la Plaza de Armas. Obra del escultor mexicano Juan Fernando Olaguíbel Rosenzweig, quien también lo fue de las efigies de El Pípila, en Guanajuato, y la Fuente de Petróleos en la Ciudad de México, el “Morelotes data de 1942 y fue mandada hacer por el gobernador Jesús Castillo López...
En la Plaza de Armas la estatua de Emiliano Zapata podría estar acompañada de dos más: Genovevo de la O y un grupo de “Adelitas”. Así fue el proyecto de enero de 2010-30 de marzo de 2012. Precisamente el 10 de julio de 2010 escribí: El proyecto completo por parte del Ayuntamiento, una vez que se colocara en su nuevo emplazamiento la efigie de José María Morelos y Pavón, fue ubicar en la explanada tres estatuas que recordaran la gesta del pueblo de Morelos levantado en armas hace más de cien años. La idea era que una sería la estatua del jefe Emiliano Zapata, la otra del general Genovevo de la O, caudillo del pueblo de Santa María Ahuacatitlán, y la tercera, una estatua que recordase a las mujeres que participaron en la lucha. ¿Y por qué Genovevo de la O?, se preguntará el lector, así que vale la pena reproducir un extracto de la biografía que incluyó el siempre bien recordado Valentín López González en su libro “Los compañeros de Zapata”:
“Genovevo nació el 3 de enero de 1876, defensor de los bienes de su pueblo en contra de los dueños de la hacienda de Temixco que se expandió montando aserraderos en Buena Vista del Monte, Luchó contra la deforestación y despojo de tierras. Por sus numerosos hechos de armas fue ascendiendo de grado en grado hasta llegar a general de división en abril de 1917. Murió en 1952 a los 76 años, se le rindieron honores en el Congreso del Estado y fue sepultado con honores militares en Santa María”. Fue un rebelde y guerrillero en toda la extensión de la palabra. Podía atacar tres o cuatro plazas del ejército federal en un día y al otro sorprender con otra embestida en un punto distante. Combatió durante más de diez años desde Huitzilac y Santa María, en Morelos, hasta El Oro y Santiago Tianguistengo en el estado de México, en el extremo opuesto hasta parajes serranos de de Puebla y Tlaxcala y puntos intermedios como Ocuilan, Chalma, Tepoztlán, Santa Catarina, por el poniente hasta Palpan, Miacatlán, Mazatepec, Xochitepec, Temixco y nuevo Cuernavaca….
Hoy que el gobierno de Margarita González Saravia ha anunciado que ubicará una estatua de Emiliano Zapata en la Plaza de Armas de Cuernavaca, ¿por qué no acompañarla de la estatua que no hay en Cuernavaca, la de Genovevo de la O?… (Me leen el lunes).
Las opiniones vertidas en este espacio son exclusiva responsabilidad del autor y no representan, necesariamente, la política editorial de Grupo Diario de Morelos.