Pese a que el nombre de Andrés Manuel López Obrador no estará en la boleta de las elecciones del 6 junio próximo, Morena las volverá a ganar aunque no con la misma contundencia que en 2018. Eso es prácticamente seguro, pintadas anticipadamente de morado la mayoría de las casillas por la generalidad de las encuestas. Así, cualquiera que sea el candidato del partido de AMLO a la alcaldía de Cuernavaca llevará una ventaja… que disminuirá hasta el punto de poder perderla si la decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) impone la coalición de Morena-Encuentro Social-Nueva Alianza. Y el riesgo para Morena de que una elevada cantidad de votos lopezobradorista se mude a otros partidos, al PAN, por ejemplo, que de por sí parece perfilarse al segundo lugar de la elección y por eso la apuesta del ex priista, ex perredista y ex morenista José Luis Urióstegui Salgado. O los votos de castigo a Morena que “cache” el ex presidente municipal y ex gobernador Sergio Estrada Cajigal, quien reaparece en la política como el candidato de Fuerza por México, el nuevo partido nacional ligado al senador suplente con licencia de Morena, Pedro Haces. O los sufragios propios más los que capitalice el ex diputado federal y local del PRI, Matías Nazario Morales como abanderado del partido Movimiento Alternativa Social (MAS). Abogado litigante, Cipriano Sotelo Salgado debuta en la política con el pie izquierdo como el candidato de un PRI que sigue arrastrando la cobija, precipitado al cuarto lugar de la preferencia electoral desde las elecciones de 2018. Presidente municipal de Cuernavaca en 2009-2012, la semana cerró con la nota del ex alcalde priista Manuel Martínez Garrigós deshojando la margarita entre aceptar o no la postulación de Movimiento Ciudadano. Pero incluidos los candidatos de partidos viejos y nuevos, los escarceos de la contienda por la presidencia municipal de Cuernavaca se significa por la presencia de los candidatos locales y un fuereño. Frágil, la candidatura de éste es legalmente destruible. De acuerdo al título primero del artículo 117 de la Constitución Política de Morelos, los requisitos de elegibilidad para ser miembro de un Ayuntamiento son ser morelense por nacimiento o por residencia con antigüedad mínima de diez años anteriores a la fecha de la elección. O tener cinco años de residencia en el municipio o en la población en la que deban ejercer su cargo, según el título II del mismo artículo. Y en ambas situaciones, la obviedad de que si en las elecciones de 2018 fue candidato a diputado federal por el distrito con cabecera en Jojutla, lo fue porque no radicaba en Cuernavaca sino en algún lugar de la demarcación distrital de la zona cañera. Tan claro como que, aparte lo que determine el TEPJF sobre el acuerdo cupular de la coalición Morena-PES-Panal, el presidente nacional de Morena, Mario Delgado, no ha hecho ningún pronunciamiento que ratifique o no el acuerdo sobre la dicha coalición… OPORTUNISTA, vulgar, la diputada priista Rosalina Mazari no dudó en aprovechar las desgracias de los enfermos de Covid-19 para pagar publicidad en Facebook y pretender quedar como la vieja buena de la película, remitiendo este texto: “¡todo listo para el arranque de la vacunación de adultos mayores en Puente de Ixtla!”. Lo puso para aparentar como que ella consiguió las vacunas. Pero mintió, engañó, suscitó aplausos de “paleros” pero generó más comentarios condenatorios que positivos. Lo que en realidad arrancó habría sido su campaña para el cargo que sea con tal de seguir enchufada al presupuesto… (Me leen después).

Por José Manuel Pérez Durán / jmperezduran@hotmail.com 

Cumple los criterios de The Trust Project

Saber más

Síguenos en Google Noticias para mantenerte siempre informado

Sigue el canal de Diario De Morelos en WhatsApp