Hortencia Figueroa Peralta, Beatriz Vicera Alatriste y Francisco Moreno Merino presidieron la Mesa Directiva de la anterior Legislatura estatal. Los tres, pero sobre toda ellas, han sido publicitadas como presuntas responsables del desvío millonario de dinero del Congreso. ¿Eso porque hubo un “arreglo” al más alto nivel? Las notas referentes a “Tencha” mencionan diez millones de pesos como la cifra que fue descontada a los trabajadores del Congreso pero que no ingresó al Instituto de Crédito de los Trabajadores del Estado de Morelos. Pero aparte de que la suma se antoja ridícula, la posibilidad de una cantidad mayor ¿es porque se la habrían repartido más de tres? La respuesta la conocen todos los integrantes de la Legislatura pasada, pero no la dicen. Larga la lista de presuntos “peculadores”, la comidilla política lleva meses citando los nombres de Efraín Esaú Mondragón Corrales, Julio César Yáñez Moreno, Edith Beltrán Carrillo, Manuel Nava Amores, Norma Alicia Popoca Sotelo, Víctor Manuel Caballero Solano, Edwin Brito Brito, Mario Alfonso Chávez Ortega, Emmanuel Alberto Mojica Linares, Silvia Irra Marín, Leticia Beltrán Caballero, Eder Eduardo Rodríguez Casillas, Alberto Martínez González, Julio Espín Navarrete, Aristeo Rodríguez Barrera, Francisco Navarrete Conde, Anacleto Pedraza Flores, Enrique Javier Laffitte Bretón y tal y tal. Hacen como que la virgen les habla, adoptan perfiles bajitos, siguen el dicho de lo caído, caído, y se asumen en la regla del borracho irredento de primero muertos que regresar la copa…. RAFAEL Cepeda, como organizador o uno de ellos, Guillermo Del Valle, Jorge Meade, Jesús Escamilla, etc., etc., participaron el domingo en la marcha por la paz. Pocos en realidad y no una muchedumbre, pero al ser algunos priistas voces oficialistas descalificaron la caminata como un evento de priistas. Cosas de la política; lo mismo hicieron en el pasado dos que tres políticos priistas contra la marcha entonces mayoritariamente de perredistas que encabezó Graco Ramírez contra la inseguridad pública versus el gobernador priista Jorge Carrillo Olea que la postre cayó. Entonces como hoy, la “estrategia” de la comunicación oficialoide fue desviar la atención popular del problema resumido en inseguridad, violencia, impunidad, incapacidad de la autoridad que no disminuyó, creció de manera exponencial… TOURS del peligro es lo que hacen los pasajeros de “rutas”, y nada nueva la queja del presidente de la Federación Auténtica del Transporte, Dagoberto Rivera Jaimes. Dice que por temor a ser asaltados en las rutas la gente utiliza taxis o ubers en horarios nocturnos, por lo que los ruteros suspenden el servicio más temprano. Muy pocos pasajeros de rutas han tenido la buena suerte de no haber sido asaltados. Les roban teléfonos celulares, cientos pues los atracos son constantes a lo largo y lo ancho de Morelos, lógica la deducción de que podría haber un mercado negro de estos aparatos en la Plaza de la Tecnología de Cuernavaca o en tianguis de objetos usados como los de Xococotla y Chamilpa. Los despojan del poco efectivo que traen, a los choferes les quitan el dinero de “la cuenta”, descienden de las unidades y desaparecen. Actúan a todas horas y en cualesquier lugares, por lo regular en pareja; son jóvenes, violentos y rápidos; se llevan botines de unos cuantos pesos y celulares, se reparten el producto del botín que dilapidan en drogas y a los dos o tres días atracan en otra ruta. Hace años que viene sucediendo, raras veces son atrapados por policías del ahora llamado “mando coordinado” y, reincidentes, más tardan en salir de la cárcel que en regresar a las andadas. Los pasajeros se han vuelto precavidos: antes de abordar los microbuses o combis se encomiendan a Dios, los hombres ocultan sus teléfonos móviles en los calcetines, las mujeres en los corpiños, se dejan unas monedas en las carteras y bolsos. Ya se la saben; muchos han sido víctimas de más de un asalto en un estado de indefensión social en el que necesariamente deben transportarse al trabajo, la casa, las escuelas… y protegerse como Dios les da a entender. Pero al ser este un fenómeno delincuencial producto del desempleo y la descomposición social que afecta sobre todo a miles de personas de bajos recursos, nada o muy poco realmente efectivo hizo el gobierno anterior y cero hasta hoy ha hecho la actual Secretaría de Seguridad Pública (SSP), dando su titular, José Antonio Ortiz Guarneros, la impresión de no saber ni dónde está parado. Todo lo cual es absolutamente cierto, como también lo es que la demanda de Dagoberto contiene la obviedad de que los ruteros ambicionan un aumento de tarifas… (Me leen mañana).
José Manuel Pérez Durán