El suicidio es un problema de Salud Pública en México y año con año cobra la vida de decenas de personas en Morelos.
Nayelli López Enríquez, psicóloga clínica adscrita al Hospital Regional Número 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) señaló que el suicidio es un acto que atenta en contra de la vida de una persona, afecta su estabilidad física y mental con el objetivo de terminar con la vida.
A nivel nacional
A raíz de la pandemia, la tasa de suicidios aumentó un 20 por ciento a nivel nacional, debido a que la ideación suicida se presenta cada vez más en personas jóvenes, por tal motivo, es muy importante desarrollar en los niños y adolescentes aptitudes socioemocionales para la vida, habilidades de afrontamiento de problemas y comunicación con las personas que pueden proporcionar ayuda cuando lo requieran.
Es importante detectar a tiempo, evaluar y tratar a las personas que muestren conductas suicidas y hacerles un seguimiento adecuado, no hay que dejarlas solas y ofrecerle una escucha empática y ayudar a buscar soluciones.
De acuerdo con reportes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en Morelos se reportaron 90 suicidios en 2019; en 2020 fueron 106; en 2021, 158; en 2022 fueron 138 y en 2023 se reportaron 152 suicidios.
Las principales formas de quitarse la vida son por ahorcamiento, estrangulación o sofocación; disparo de arma de fuego y envenenamiento.
La especialista del IMSS comentó que las personas con tendencia suicida tienen baja autoestima, están en sufrimiento constante, tienen un alto grado de impulsividad, por lo general están rodeadas de un ambiente estresante que los lleva a creer que el suicidio es una forma de solucionar sus conflictos.
El suicidio es prevenible, pero es importante detectar a tiempo los factores de riesgo, como un desorden emocional, el cual puede evolucionar por no tener un tratamiento adecuado, la predisposición a las adicciones, ambientes familiares difíciles, acoso escolar, la pérdida de un ser querido o un empleo.
“Hay componentes básicos del suicidio, por ejemplo, un sufrimiento intenso, carencia de recursos para hacer frente a las situaciones conflictivas y una creencia o sentimiento de desesperanza hacia el futuro y se ve a la muerte como la única salida. Al detectar algún factor de riesgo se debe pedir ayuda a un especialista”, declaró.