Zacatepec.- Con presencia de familiares, amigos y ex compañeros, la Selva Cañera despidió ayer el cuerpo de Juvenal Reyes.
Primero fue en el escenario donde vivió muchas tardes de gloria, el histórico estadio Agustín “Coruco” Díaz, donde pasadas las 11 horas sus ex compañeros y familiares más cercanos montaron guardias de honor.
Más tarde se despidió de las oficinas de jubilados y pensionados del ingenio, donde en últimas fechas se reunía con ex obreros a contar sus anécdotas dentro de la fábrica azucarera.
Finalmente fue en dicho sitio donde las sirenas sonaron para darle el último adiós a quien entregó más de 51 años de arduo trabajo a favor de la fábrica.
Ya por la tarde sus restos fueron trasladados a un crematorio. Sus cenizas serán veladas durante algunos días en su casa, para después ser encriptadas en la catedral de Cuernavaca, junto a las de su señora madre.
Adiós en el Coruco
