El misticismo que acompaña al perro Azteca desde tiempos prehispánicos lo ha llevado a ocupar un lugar importante dentro de la cultura, es el guía espiritual

Cuando los españoles llegaron a México, se quedaron impactados por los pueblos autóctonos, sus costumbres y la exuberancia de sus paisajes.
Una de las tantas rarezas que encontraron esta en este legendario perro, que al principio creyeron que era un caballo enano, para después descubrir que era un perro, el xoloitzcuintle.
Convivía con las distintas culturas, compañero incondicional incluso, después de la muerte de su dueño, ya que las culturas antiguas creían que los acompañaba a transitar el Mictlán, el viaje hacia el inframundo, el descanso eterno.

Sobreviviente nato
Una vez identificado el papel tan importante que representaba este perro dentro de las culturas prehispánicas, los españoles decidieron exterminarlo  ya que estaban encontra de todo lo religioso que tuviera representación.

Originarios
Son de la costa oeste de México, desde Nayarit hasta Oaxaca.

Con lo que no contaron
Al igual que muchos indígenas, el Xoloitzcuintle encontró refugio en la sierra de Oaxaca y Guerrero donde sobrevivieron guiandose por sus instintos. El perro Azteca es todo un guerrero.

2 a 3
veces por semana su piel debe ser humectada; si esta contantemente en el sol es mejor colocarle bloquedor, su temperatura habitual es de 40ºC.

1961
Es reconocida la raza de perro Chihuahua, aunque sus origenes sean prehispánicos.

1950
el embajador británico Norma P. Wright, emprendió un viaje de varios años al interior de el país en busca de el Xoloitzcuitle, y lo encontró.

Su inteligencia, así como su temperamento social, fiel y cariñoso, pero también territorial y vigilante, lo hace ideal como perro guardián y de compañía.

“La conmiseración con los animales está íntimamente unida con la bondad de carácter, de tal manera que se puede afirmar de seguro, que quien es cruel con los animales no puede ser buena persona”. Arthur Schopenhauer, filosófo alemán.

Orejas
Grandes, expresivas, en estado de aleta; tienen una inclinación de 50 a 80º.

7 mil  años de historia tiene esta raza; es el perro azteca nativo de México y a decir de los especialistas nadie intervino para su generación.

Peculiaridad
Además de la falta de pelaje, una de las carácteristimas más marcadas de esta raza el la falta de   piezas dentales.

Hocico: recto, madíbula cuadrada, por lo general su lengua es rosa, aunque también puede tener marcas negras, manchas, rayas o lunares.

Dentadura: Incompleta.

Premolares: Carece de ellos, tanto superiores como inferiores.

Su inteligencia, así como su temperamento social, fiel y cariñoso, pero también territorial y vigilante, lo hace ideal como perro guardián y de compañía.

El camino al Mictlán

Los pueblos mesoamericanos tenían la creencia de que dormir al lado de estos animales podrían curar ciertos males, entre ellos: el asma, reumatismo y cólicos menstruales.

Sin embargo para el pueblo Azteca no sólo era su fiel acompañante en vida, sino también en la muerte, ya que el Xoloitzcuintle lo acompañaba en su camino al inframundo, este animal le ayudaba a pasar el primer nivel del Mictlán, el río Apanohuaia.

Poco pelo por una mutación
Se decía que carecía de pelo porque al nacer los indígenas le untaban resina, sin embargo diversos estudios acabaron con ese mito, ya que se conoce que este perro es portador de un gen recesivo el cual causa una displasia dérmica en la piel, por ello es muy escaso su pelo.

Dato curioso
Las almohadillas de sus pies son fuertes y resistentes a cualquier terreno.

Adopta, no compres

RECUERDA: Los animales no son juguetes, necesitan alimento, amor y protección; sé un dueño responsable, esteriliza y cuídalos.

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