Sin duda alguna, las próximas reformas electorales pondrán a prueba la habilidad de los diputados de la cuarta trasformación para convencer a los de la mafia del poder, como dice el Presidente de la República: PAN, PRI, etc., de cambiar las reglas del juego.
Si bien el INE ha hecho una labor aceptable, la verdad es que es un monstruo que gasta millones y millones de pesos que le hacen falta al país para su desarrollo. Y el exceso de gasto en el que se ha convertido, es el resultado de que es un muy buen empleador de cuadros de los partidos, primordialmente PAN, PRI, PRD, quienes tienen a sus consejeros y personal técnico que les paga el INE bastante bien.
El IFE, desde su nacimiento, ha sufrido muchas modificaciones; cuando empezamos en octubre de 1990 no existía presupuesto, pues el del año 1991 ya había sido enviado un mes antes a la Cámara de Diputados, por lo que nació pobre a pesar de que se le pasó el que tenía la Comisión Electoral de Gobernación y el más grande de todos que era el del Registro Nacional de Electores, que manejaba en aquel entonces Pepe Newman.
La creación de las juntas distritales consumió los dos primeros meses y se crearon las juntas locales; para que los gobernadores cooperaran en la realización de las elecciones federales, se hizo una reunión en el salón de plenos con todos los gobernadores y ellos intervinieron en los nombramientos de los titulares de las juntas locales.
El Director General, que era Emilio Chuayffet, hábilmente envió a gente de confianza a un distrito de cada estado para tener el control de la elección y, desde luego, la elección de 1991 fue una buena elección y fue el preámbulo para que se nombrara a los Consejeros Electorales de la siguiente camada en 1993.
Así fue creciendo la institución de manera rápida con un eficiente servicio profesional electoral y, a pesar de que los partidos le metían la mano lo más que podían, todavía existía algo de independencia.
Las elecciones fueron buenas, pero la alternancia se da en Morelos en abril de 1997 y en el mismo año, en julio, a nivel federal donde el PRI realmente pierde la hegemonía.
Después de la elección del año 2000, en la cual se da el primer paso de alternancia en la Presidencia de la República y en la Gubernatura del Estado, las cosas empezaron a cambiar, los partidos políticos empezaron a meter la mano en la designación de los consejeros electorales en todos los casos, poniendo a sus técnicos en la materia como consejeros o funcionarios de las instituciones electorales, de ahí se empezaron a corromper y a tener los problemas, pero la gran cantidad de dinero para llevar a cabo las elecciones se da de una manera a manos llenas y el buen trabajo de las juntas distritales, con miembros del servicio profesional electoral, dieron buenos resultados; o al menos así lo sintió la ciudadanía.
La duda comienza en 2006 donde se acusó al IFE de corrupto y en la siguiente reforma destituyen al presidente y consejeros del mismo; y más adelante cambia a INE. La verdad es que el trabajo técnico del INE sigue siendo bueno, pues los miembros del SPE de las juntas locales saben muy bien cuál es su trabajo, pero ya en la última elección de consejeros se dividen el pastel los tres partidos que eran hegemónicos.
Hace más o menos mes y medio se trató de pasar una reforma electoral del INE y la desaparición de los institutos locales, la cual no pasó ni pasará mientras los nuevos miembros de la legislatura quieran el agandalle total de la situación; desde luego que los partidos que ahora son minoritarios no van a soltar el poder de los órganos electorales, son una fuerza importante y no los van a soltar y menos de la manera en que el Congreso lo planteó.
Las modificaciones se cayeron de manera precipitada y han tenido como resultado que el PAN ya esté organizando una asociación de institutos locales para evitar su desaparición, como los nombramientos de los consejeros locales los harán los consejeros nacionales que representan al PAN, PRI y PRD. Está claro que no van a dejar pasar los cambios porque perderían toda influencia en los organismos electorales.
La manera de plantear los cambios por Morena fue en realidad de una inocencia muy clara, en la cual enseñaron el cobre y, como era de esperarse, no pasó.
A pesar de que son mayoría, les faltan las mañas que dan los años en esto de la política y los otros tres tienen más mañas que nada, por lo que habrá que plantearla de una manera más inteligente y ya ahora, en otro momento, después de la siguiente elección, pero para ello necesitan quién sepa y tenga una idea clara de cómo funcionan los órganos. Mientras no se tome esto en cuenta, la experiencia fracasará. ¿No cree usted?

Teodoro Lavín León
lavinleon@gmail.com   Twitter: @teolavin

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