Como lo hemos señalado durante estos dos años, la presente legislatura funciona tan mal como la anterior y no está al servicio de los ciudadanos; por lo que podemos ver y saber, sin ningún consenso, una vez más después de cinco meses de flojera en los cuales solo se han hecho idiotas declaraciones, por fin harán algo los diputados: ya les ordenaron que tienen que aprobar la reforma política.

Pero no sólo es un error hacerlo como lo hacen, y son tan cínicos que todo mundo se da cuenta, sino lo peor es que cumplirán las órdenes como se los señalan y en sólo 48 horas lo harán exactamente como la anterior legislatura, a la que le dijeron que la castigarían por un faltante de cien millones, lo que ya se les olvidó; así, exactamente igual, lo harán sin entender siquiera que, en cierto sentido, se están dando un balazo en el pie como la mayoría morenista, ya que la reforma está hecha para ayudar al PES, no a Morena.

Como por la holgazanería que acostumbran ya sólo les quedan horas, ya que esta reforma deberá estar aprobada 90 días antes del inicio del proceso electoral -que todos sabemos que empezará el próximo primero de septiembre si las cosas siguen de manera normal-, algunos de los legisladores, con esa verborrea que les caracteriza, con la que dicen mucho y nada efectivo, han dado a conocer que quizá debido a esta pandemia, y a que Morelos es de los estados que peor se encuentran en el sentido de mayor número de contagios, podría cambiarse esta fecha, pero debido a que van juntas las elecciones locales con las federales, al parecer esto no sucederá.

Hemos vivido una parálisis legislativa de una manera nunca antes vista, en la que una mayoría calificada no es mayoría calificada, todo debido a la falta de consensos y más que nada de oficio político de los legisladores, que no han podido ponerse de acuerdo ni siendo de la misma coalición, por lo que hay la posibilidad de posponer la elección, con pretexto de la pandemia pero la verdad es que los tiempos se les han acabado y, desde luego, como son tan “eficaces” no se habían dado cuenta; o quizá se trate únicamente de una manera mañosa de no realizar las consultas ciudadanas que debería tener toda reforma de ley de este calado.

Hay quienes señalan que existen conflictos ideológicos entre los legisladores. Con el respeto que me merecen, lo cierto es que ni entienden lo que es ideología.

El covid-19 ha sido el pretexto perfecto para cobrar sin trabajar; los legisladores se fueron a su casa y nos deleitaron en las redes sociales con ejemplos de cómo hace cada uno de ellos y ellas las labores del hogar ahora que tienen recursos de más.

Pero la instrucción llegó y sucedió lo que nunca: personalmente se presentaron a trabajar -aunque usted no lo crea- al recinto legislativo, que de por sí es un claro ejemplo con su construcción y la compra del terreno de cómo se puede robar al pueblo fingiendo demencia, a pesar de haber sido el negocio señalado en primera plana de un diario nacional.

Señalan, muy elegantemente, que se presentaron para sumar coincidencias en este proyecto de reforma, a fin de ponerla en marcha; creo que ni entienden que había que revisarla bien, pero al parecer se van a meter un autogol y no lo entienden. Lo que sí ya aprendieron es a detener el reloj legislativo, todo lo que sea tranza de antemano, sabiendo que pueden “frenar el tiempo” oficial del Congreso del Estado (como lo hicieron con la aprobación del presupuesto), con lo cual tendrían todos los días que se les antoje para analizar y aprobar las reformas que consideren pertinentes para que se apliquen en el proceso electoral.

Desde luego que se aprobarán todas aquellas iniciativas en las que existen intereses de los dirigentes de los partidos políticos, lo que significará el incremento en el número de curules en el Legislativo, para que mantengamos a más flojos que cobren sin trabajar.

Se nota la falta de talento, y desde luego de experiencia, de la mayoría de los legisladores; son un coctel de diferentes partidos que deberían de ver qué es en realidad lo que les conviene, pero la neta es que no entienden, los líderes partidistas, que son muchos en forma y sin fondo, están dizque pendientes, pero la verdad es que nos saben ni la O por lo redondo, así que tendremos -después de tanto esfuerzo- una reforma con pasitos para atrás, a modo de quienes ahora gobiernan. Muy mal. ¿No cree usted?

 

Teodoro Lavín León

lavinleon@gmail.com / Twitter: @teolavin

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