Que regresemos a clases en la UAEM no significa que el problema de fondo esté solucionado. La huelga se levantó, pero no quiere decir que la problemática ha sido arreglada, se le dio un paliativo nada más.
El problema continúa porque, desde el poder, hay quienes tratan de que la UAEM siga teniendo problemas, azuzando a un grupo de jóvenes que son apoyados por los ex funcionarios universitarios, lo que han hecho mal y sin cuidado porque han sido demasiado obvios. Se ve de una manera muy clara quiénes son los que le dan cuerda a un grupo de alumnos que no querían que se regresara a clases. Creo que fue un error el habernos ido a huelga, ya que en el fondo no arregló verdaderamente nada del problema.
Tras 35 días de paro de labores y con mil 342 votos a favor, 154 en contra y 33 abstenciones, el Sindicato Independiente de Trabajadores Académicos de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos determinó en asamblea general permanente conjurar la huelga y aceptar la oferta de la administración central de asegurar el pago de las catorcenas hasta el mes de diciembre, teniendo como aval solidario al Gobierno del Estado mediante convenio ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje.
Luego de un álgido debate que polarizó opiniones entre los académicos, por mayoría los sindicalizados académicos decidieron concluir el paro de labores, teniendo la garantía de que les serán cubiertos los salarios del mes de octubre y noviembre.
Antes del inicio de la asamblea, jóvenes con pancartas, en las que daban a conocer que representaban a algunas unidades académicas de la UAEM que integran el grupo denominado Asamblea Interfacultades, se manifestaron primero en la puerta principal del Campus Chamilpa y luego a las afueras del gimnasio-auditorio, donde se realizaba la asamblea general de los académicos sindicalizados, para manifestar su rechazo a conjurar la huelga, argumentando estar en contra de la Federación de Estudiantes Universitarios de Morelos y a favor del rescate financiero de la universidad; y, desde luego, sólo hay que ver quiénes eran y de dónde venían los que protestan. Todos sabemos que “a río revuelto, ganancia de pescadores” y habernos ido a huelga ha traído este resultado, así como el no tomar determinaciones que son totalmente lógicas cuando una institución tiene problemas financieros. Hay cosas que en serio no entendemos.
¿Cómo es posible que se mantengan muchos de los famosos “claustros”, que tuvieron como función formular grupos para el desarrollo de una campaña gubernamental, si en Tlayacapan sólo hay cinco alumnos y más de diez funcionarios y empleados? ¿A quién se le ocurre mantener esta filial? Y así muchos otros casos en los que el número de alumnos, en varias poblaciones, no justifica el gasto, mientras en la universidad se tienen problemas económicos.
Se deberá tomar, para salir del hoyo, una serie de medidas que en verdad son importantes. ¿Para qué se dividieron los centros de investigación, que tienen la misma representación en el Consejo Universitario, cuando el número de alumnos no representa ni el 10% de la más pequeña de las facultades?
Hay que transformar la administración y poner orden, se necesita una reestructuración administrativa y denunciar a la mano que mueve la cuna desde el gobierno, de la que todo mundo sabe -o al menos se imagina- quién es; esto no se vale.
La universidad pública es importante, hay que hacer ajustes como de los que aquí hablamos, pero hay que apoyarla y que, antes de abrir la boca, los que declaran tengan al menos una justificación verdaderamente convincente.
Por lo pronto, la huelga se levantó al aceptarse por mayoría la oferta de la administración central y se depositó el acuerdo de conjuración de huelga junto con autoridades universitarias ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje.
Es importante señalar que ya se depositó una primera catorcena y, luego de la ratificación del convenio de acabar la huelga, los académicos recibirían la segunda catorcena como parte del convenio firmado el miércoles pasado por el Gobierno del Estado y el Rector de la UAEM.
Ahora que ya se depositó el acuerdo, se retiraron las banderas rojinegras de las instalaciones de las unidades, que se entregarán a sus directores. La lucha por contar con recursos para el pago de prestaciones y salarios para cumplir el contrato colectivo de trabajo seguirá, pero es importante que 43 mil alumnos regresen a clases y que las seis mil familias que laboran tengan qué comer.
Como ya lo señalamos, no todo está arreglado e integrantes del Sindicato de Trabajadores Administrativos de la máxima casa de estudios de Morelos, encabezados por su secretario general realizaron un mitin en la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, al considerar que el convenio pactado con el SITAUAEM debe garantizar también el pago de sus salarios.
“Existe un temor respecto a que el depósito es para pagar únicamente a trabajadores académicos, es por eso que venimos a manifestarnos y a declarar nuestra inconformidad y violación a nuestros derechos humanos”, dijo el secretario. ¿No cree usted?

Por: Teodoro Lavín León / lavinleon@gmail.com / Twitter: @teolavin

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