A pesar de las medidas que se han tomado y de la llegada de 200 elementos de la Guardia Nacional, la inseguridad sigue grave en nuestra entidad; tenemos un índice de muertos de al menos dos diarios, o sea más de 60 al mes, y hay fines de semana como el anterior en que son siete.
El colmo es que a un senador, que fue presidente municipal y diputado federal, le balearon la casa el día miércoles.
Las medidas que el nuevo gobierno ha tomado para acabar con este flagelo han sido muchas, pero la verdad es que los grupos delincuenciales siguen haciendo de las suyas cada día sin freno.
Al parecer, las medidas propuestas por el comisionado de Seguridad no han sido suficientes; por lo pronto, pidió a los diputados reformas legales para restringir el uso de motocicletas a un solo tripulante, como medida para frenar los homicidios dolosos.
Explicó que la propuesta fue planteada a la Secretaría de Gobierno para su análisis y, en su caso, para la elaboración y presentación de una iniciativa de reforma a la legislación estatal en materia de tránsito y transporte, para que no se permita que dos o más personas viajen a bordo de una motocicleta.
Cuando fue interrogado sobre si los delincuentes usan la “violencia terrorista”, como afirmó el Jefe de la Oficina de Gobierno José Manuel Sanz Rivera, dijo no coincidir con ese punto de vista, pero reconoció que hay un problema de violencia e inseguridad, sobre el que las autoridades buscan opciones para combatirlo, y una de ellas es la propuesta de restringir a un tripulante por motocicleta.
Todos sabemos que es una moda que se da de copiar las series televisivas de los narcos, que se exhiben en todas las televisoras, pero la solución sería buena si en verdad se tomara en serio.
En el norte de la ciudad, las motocicletas circulan en plena impunidad sin placas con dos o tres ocupantes sin casco y corriendo como locos, que te rebasan por la izquierda derecha o por donde se les pega la gana, y vemos algunos con dos o tres niños por las mañanas; el desorden es total.
Los bares abren todos los días de día y de noche, sin ningún control, y todo porque le dan una “lana” al ayudante municipal, pero el Ayuntamiento no hace nada para controlarlos y los usuarios se paran en doble fila, abandonan los carros a media calle o frente a las entradas de coches, sin que nadie pueda hacer nada porque el cabildo le tiene miedo a los pueblos “con usos y costumbres”. Las ayudantías municipales son, verdaderamente, una cueva de miembros de la delincuencia.
Hay antros en donde no sólo han matado a balazos a uno o dos, sino que han herido a varios; los dueños del bar sacan a los matones de inmediato del antro y los meten a su casa en la parte de atrás para esconderlo, lavan la sangre y, a pesar de que todo mundo sabe que de ahí se va al hospital o al panteón nadie dice nada por miedo.
El desorden es total y qué bueno que se ponga en orden el uso correcto de las motocicletas, pero debe de ser en todo el estado, no sólo en el centro de Cuernavaca, donde ya ven que cerraron el mercadito a menos de cien metros de la escuela de niñas más importante de Cuernavaca, pero el dueño de local, al parecer, tiene más influencia o algún pariente en el cabildo porque los vecinos no pueden dormir hasta después de las once o doce que cierran.
En el norte de la ciudad los antros están abiertos toda la noche, con la música a todo lo que da, sin importar las casas habitación; los ciudadanos que ahí viven se callan porque tienen miedo, pero cada día es peor y la autoridad no hace nada.
Han cerrado algunos antros del centro solamente y en el norte, donde no tienen licencia ni permiso ni nada, se ponen sobre la banqueta y los ciudadanos de a pie tienen que caminar por el arroyo de la calle porque los antreros, ésos sí miembros indudables de la delincuencia tienen más influencia que nadie, porque les pagan a los corruptos ayudantes. ¿Cuál guerra contra la corrupción?, ésta no existe más que de nombre.
El comisionado de Seguridad tiene razón, pero también tiene que vigilar cómo funcionan los antros en todo el estado, no solo en el centro de la ciudad. Él ha expresado: “Sí es cierto lo que está pasando, ya lo hemos manifestado, por eso seguimos con el acto de molestia de revisar motocicletas. Yo voy más allá, que podemos hacer algo en subirle al Congreso la petición de que no haya más de dos gentes en una moto, o una, cuando ya haya dos, que se detenga forzosamente, porque es el modus operandi de la delincuencia”.
Consideró que es necesario limitar a un tripulante por moto: “con eso, o maneja o asesina, eso sería un remedio eficaz para combatir el homicidio en motocicleta”.
De acuerdo con la CES, en el último trimestre del 2018 se estimaba que el 80% de los homicidios dolosos se perpetraban por sicarios a bordo de este tipo de vehículos, que les permiten darse a la fuga fácilmente; tras la implementación de los operativos de revisión, la incidencia disminuyó a 50% y, actualmente, se estima en 30%, lo que es cierto, pero debe de controlarse los vehículos en todo el estado. Las motos por el norte lo hacen no sólo con dos y en completa impunidad, lo que es más grave. ¿No cree usted?

Por: Teodoro Lavín León / lavinleon@gmail.com   Twitter: @teolavin

Cumple los criterios de The Trust Project

Saber más

Síguenos en Google Noticias para mantenerte siempre informado

Sigue el canal de Diario De Morelos en WhatsApp