La palabra gobernanza es usada sobre todo en los discursos de una manera recurrente últimamente, muchas de las veces sin entender siquiera a lo que se refiere.

La gobernanza ha adquirido en los últimos tiempos una relevancia destacada en las relaciones internacionales. Varios de los procesos contemporáneos que se han desarrollado a escala global tienen un vínculo directo-indirecto con este concepto. El término ha querido ser definido por diferentes teóricos, generando debates que no ha llegado a un consenso sobre el mismo.

Hay duda si es un concepto o una teoría o si simplemente es un programa de política internacional, por lo que les propongo un análisis simple de la gobernanza como teoría global que implica las relaciones internacionales y que cuenta con ciertas características que exploran diferentes autores y que son la relocalización de la autoridad, más allá o por lo menos como complemento del estado: el surgimiento de agentes de poder diversos, tanto formales e informales, así como el debate entre la homogenización de la heterogeneidad derivado de la misma dispersión de la autoridad, discusión que ha dado pie para considerar a la gobernanza como un programa político formulado desde las Naciones Unidas, ya que desde ella se pueden analizar temas como la seguridad, los derechos humanos, el género, el medio ambiente, la economía política internacional, así como fenómenos de regionalización y participación de la sociedad.

Habría que analizar la gobernanza desde la perspectiva teórica conceptual para definir el objetivo y el concepto y alcance de la gobernanza global y que ésta puede ser global, nacional, regional o local. Por lo que nos preguntaremos ¿qué podemos entender cómo gobernanza?

El término de gobernanza se elabora en base a los conceptos y enfoques de tipo liberal como el neo funcionalismo, la interdependencia los regímenes internacionales o el neo institucionalismo. Autores como Tomas Weist o Elke Krahmann ubican a la gobernanza como un concepto surgido en el marco de la guerra fría. Cuando el bloque liberal cuestionaba el modelo socialista. Teóricamente el concepto de la gobernanza intenta hacer frente al dominio de la teoría del realismo político en esa misma época. Keohane señala que el realismo abordaba estructura, pero quedaba corto en cuanto al estudio de procesos, política interna e ideas.

De la misma manera complementa algunas teorías liberales estatocéntricas abriendo el horizonte de actores que participan en el proceso político. Por ello en este contexto se va consolidando la experiencia de integración institucional europea, al mismo tiempo que, especialmente en Estados Unidos se cuestiona el modelo Keynesiano, introduciendo la privatización como estrategia de gobierno. Desde luego esta idea se consolida con el consenso de Washington y la aplicación de sus principios por instituciones internacionales antes mencionadas, como el Banco Mundial, la Organización para la Cooperación Desarrollo económicos, el Fondo Monetario Internacional, a partir de la década de los 90 desde entonces el concepto de gobernanza permea en todas las sociedades.

Es así como se puede esbozar una primera definición de gobernanza como la forma en la que se ejerce el poder y la autoridad en el proceso político, enfocando la atención a las relaciones internacionales-internas. Esta definición ha tenido que dirigirse a la forma en que se internalizan las decisiones internacionales a través de las instituciones. Al ser entendida así la gobernanza fácilmente se vincula a proyectos políticos que tienen que ver con las instituciones internacionales antes mencionadas como el Banco Mundial, la OCDE o algunos de los sistemas de Naciones Unidas, con gobiernos corporativos, con estados mínimos o con corporaciones internacionales.

En suma podemos establecer que la gobernanza en su carácter global ha sido definida de varias maneras. Sin embargo, en la mayoría de las definiciones se notan los elementos esenciales mencionados, recolocación de la autoridad, en nuevos actores de diversas formas, la creación de instituciones y normas y la amplitud de temas. Es importante mencionar que esta forma de relacionarse procesos, actores y temas toma fuerza en un entorno de globalización en donde, por un lado, el ritmo de las transacciones es cada vez más rápido y, por el otro, los actores caminan a ritmos diferentes y se desarrollan en áreas grises que combinan continuidad y cambio.

Es por ello que tenemos que preguntarnos si ¿con la participación o dirección de los organismos internacionales podrán sobrevivir los estados nacionales ante la aparición de estas nuevas instituciones supra nacionales?

¿Podrá construirse una gobernanza global sin la existencia de un liderazgo mundial como parece que cada día está más cerca de ocurrir en la actualidad. Desde luego ya que los estados no plantean la existencia de entidades supranacionales para sean sustituidos por ella al contrario dichas instituciones deberán ser complementarias a los Estados.

Interesante y contundente. ¿No cree usted?

 

Por: Teodoro Lavín León

totolavin@outlook.com

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