Ahora algunos se llenan la boca con decir que tuvo fines políticos la marcha del pasado domingo, en la que participaron miles de gentes; y desde luego una marcha de ese tipo tienen fines políticos, pero también -haciendo a una lado a los líderes con intenciones políticas propias- la ciudadanía de Cuernavaca que participó lo hizo porque está harta de vivir en la inseguridad.

Y cómo no va a ser así. Mire usted, Morelos ocupa el séptimo lugar nacional en robo a transporte público de las 32 entidades federativas del país, con 92 casos registrados de enero a noviembre del presente año, según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

El Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República concluyó que se trata de un delito que se encuentra al alza en todo el país desde 2015 y representa una seria amenaza a la seguridad de las personas, porque va acompañado de otros ilícitos como el asesinato y las agresiones.

El SESNSP reporta que Morelos, que posee 92 casos denunciados, sólo es superado en este rubro por el Estado de México, donde se acumularon 6 mil 336, la Ciudad de México con 5 mil 497 casos, después Puebla con 329 denuncias y posteriormente Oaxaca con 168, Quintana Roo 104, Querétaro 101.

Según el informe del SESNSP, en las primeras dos entidades, dado el número de casos, existe una probabilidad de 80% de ser asaltado al usar transporte público.

En el estudio “Robos en transportes públicos colectivos, Amenaza a la seguridad pública en México”, el Instituto Belisario Domínguez señaló que esa práctica ilegal tiene diferentes impactos en la sociedad, como una sensación de miedo en la población, daño patrimonial a las víctimas, agresiones, heridas, extorsiones e incluso asesinatos de los pasajeros.

Además, señala que la gente que acude a sus actividades diarias en transporte público es especialmente vulnerable, principalmente aquellas personas que se trasladan desde muy temprano por vivir lejos de los centros de trabajo. 

Por otro lado, nada más el mes pasado Morelos ocupa el lugar número 12 en el país en cuanto a policías asesinados en 2019. Con 3 policías más asesinados en noviembre, son ya 12 en este año los ultimados en Morelos. La entidad es la número 12 en ese penoso rubro en el país. 

El pasado viernes 29 de noviembre cayó muerto el oficial policíaco Jorge Cruz, cuando intentó detener a asaltantes de una tienda de la cadena Oxxo en el poblado de Atlacomulco, Municipio de Jiutepec. 

Él es el uniformado número 12 asesinado en Morelos este año, mientras que en el país, en los primeros 11 meses del actual 2019, 379 han sido privados de la vida. Trece días antes, en Coatlán del Río fueron acribillados los oficiales Jorge Luis y Javier, mientras se hallaban a bordo de una unidad de la Policía Morelos (ellos fueron las víctimas mortales 10 y 11, de entre aquellos de dicha ocupación asesinados aquí desde enero). 

Con esos 12 oficiales ejecutados este año, Morelos se ubica en el lugar 12 de la República en esa lamentable variable. Nuestro estado está por encima de lugares tradicionalmente violentos donde ser uniformado no es sencillo y, comúnmente, varios de ellos pierden la vida (Sinaloa y Tamaulipas, por ejemplo). 

El siguiente es el primer asesinato en la relación actualizada y completa de los 12 oficiales asesinados en Morelos este año, en orden cronológico: el 13 de enero, Miguel Ángel N. murió con las balas de su propia arma en Emiliano Zapata, tras un hecho de tránsito. 

Por temor a ser asaltados a bordo de las “rutas”, los ciudadanos han optado por usar el servicio de taxi, ya sea el que se ofrece mediante una aplicación del celular inteligente o bien el convencional. 

Tal situación, dice un líder transportista, ha obligado a los prestadores del servicio colectivo a disminuir la flotilla de las unidades que circulan diariamente y a modificar sus horarios, para suspender las operaciones a más tardar a las nueve de la noche en las colonias más inseguras de la zona metropolitana de la capital del estado. 

“Es lamentable, los usuarios se esconden por la inseguridad, por los asaltos en las rutas han sacado de circulación unidades, la gente se espanta y hemos tenido la merma de pasajeros que llega a las seis de la tarde. Como se oscurece, la gente por arte de magia se esconde, ya no sale de su casa y hace sus actividades más temprano u opta por trasladarse en taxi, hemos tenido una ausencia importante de usuarios”, declaró. 

Otro factor que ha afectado al servicio del transporte público de pasajeros es el cambio de horario: “Hemos visto que a las seis empieza a bajar el pasaje, porque se oscurece y la gente a esa hora prefiere irse a sus casas, y quienes están en la calle usan el taxi o el Uber”, agregó. 

Agregó que como concesionarios del transporte público, han buscado garantizar mayor seguridad, por lo que trabajan en la instalación de cámaras de videovigilancia en las unidades para inhibir los asaltos. 

¿Usted cree que funciona la seguridad?, para muestra un botón, la cosa sigue igual. ¿No cree usted? 

 

teodoro lavín león
lavinleon@gmail.com / Twitter: @teolavin

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