Hace unos días estuvo en Morelos el presidente del Instituto Nacional Electoral, antes IFE, que es el instituto electoral más caro del mundo. Los que iniciamos esa gran tarea de trasformar los organismos electorales en el país, hemos visto cómo ha crecido la institución que cuenta con un verdadero servicio profesional electoral eficiente, que es el responsable de las elecciones federales y, de una manera indirecta, de los procesos electorales de los Oples, que son los institutos electorales estatales.

Durante su visita, el titular del INE inauguró el Encuentro Nacional de Contralores de Institutos Electorales; así mismo, el presidente del Instituto Nacional Electoral, Lorenzo Córdova Vianello, confió en que el Congreso de la Unión no pondrá en riesgo el proceso electoral intermedio y aprobará el presupuesto solicitado sin restricciones.

Ante la advertencia de que los órganos electorales podrían sufrir serias transformaciones, dijo que ha estado hablando con representantes de ambas cámaras y ha planteado que el proceso para la elección, que da inicio en septiembre del próximo año, será la más grande de la historia, con 96 millones de potenciales electores, “por eso creo que ningún diputado quiera poner en riesgo la democracia”, afirmó.

Luego de inaugurar el Encuentro Nacional de Contralores de Institutos Electorales del país, en Cuernavaca, el responsable del órgano electoral aseveró que la autonomía del órgano es un principio que debe ser respetado por todos los gobiernos y no es permisible su intromisión en la toma de decisiones; por eso es importante el papel que desempeñan los contralores o los titulares de los órganos de control.

De cara al debate presupuestal en el Congreso, donde el INE solicitó para el año 2020 la suma de 12 mil 493 millones, Lorenzo Córdova confió que les corresponde a las cámaras definirlo, porque desde hace varias semanas se ha entablado comunicación tanto con la Secretaría de Hacienda como con distintos actores de la Cámara de Diputados, con el objetivo de discutir el porqué de los números del presupuesto que se pidió y, “aunque la cámara será soberana al momento de su decisión, deberá comprender que no puede poner en riesgo el proceso electoral del 2021”.

Se trata, dijo, de la elección más grande la historia, “y creo que es importante que exista un entendimiento de la Cámara de Diputados, por eso los puentes que se han tendido y por eso las explicaciones que estamos dando, pero es necesario que opinen con todos los elementos, porque no creo que ningún diputado quiera poner en riesgo la democracia, y con respeto a los ámbitos de competencia estamos dando la información porque nos damos cuenta que era algo que no todos tenían claro”.

Por su parte, en representación del Gobernador del Estado, el Jefe de la Oficina de la Gubernatura, José Manuel Sanz Rivera, resaltó que hoy más que nunca es necesaria la rendición de cuentas, porque va de la mano con un eficiente control de las normas jurídicas y contables de las instituciones que viven del recurso del erario del Estado Mexicano y que dan certeza a la vida democrática del país entero.

Sanz Rivera señaló que una buena y excelente rendición de cuentas va de la mano de un eficiente y profundo control de las normas jurídicas y contables de las instituciones, y eso da certeza a la vida democrática del país entero.

La institución electoral del país es un verdadero elefante blanco y, a mi parecer, no tiene necesidad en un país de pobres de esa inmensa cantidad de dinero, y la reunión es una como las del viejo régimen, donde las diferentes contralorías del país asistieron ya que son los consejeros electorales del INE los que deciden todo. 

El problema de la institución, que como todo lo que no se renueva, va perdiendo efectividad y cada día va necesitando más porque es un monstruo en lo que se ha convertido con el paso de los años.

Después de “la caída del sistema” en la época de Bartlett como Secretario de Gobernación, el IFE fue una necesidad para la democratización del país, luego la creación de los organismos electorales locales, la transición de un partido a otro; y los altibajos que ha tenido desde 1990 la han ido convirtiendo en ese elefante gordo y artrítico que, a pesar de que funciona bien gracias al Servicio Profesional Electoral por lo mucho que ahí han aprendido y trabajan de manera eficaz, no le quita que es necesaria una reforma que lo adelgace y lo vuelva a poner en forma.

Desde luego, la soberbia de quienes lo dirigen no se los permite ver, pero este país debe dejar de gastar en tanta burocracia para eficientar y premiar a los que por años han entregado su vida a la tarea democrática. ¿No cree usted? 

 

Teodoro Lavín León
lavinleon@gmail.com / Twitter: @teolavin

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