Ya pasaron 40 años desde que el gobernador de Morelos, 1982 al 1988 liberó las concesiones al transporte público de pasajeros, que provocó la formación del llamado “pulpo camionero” y que mantuvo de rehén durante mucho tiempo a los diferentes gobiernos que lo sucedieron. A partir de esos momentos, algunos líderes solo se han visto beneficiados política y económicamente, lejos de brindar un servicio de calidad y calidez.
El ex mandatario otorgó hasta 50 concesiones por ruta, lo que generó monopolios y por lo tanto el desorden, y mal servicio que hasta la fecha se sigue dando, ya que para muchos gobiernos este sector ha sido utilizado como botín político,
Desde 1994, el sector del transporte público en Morelos ha estado marcado por la polémica y la corrupción. Durante el gobierno de 1994-98, se redujo el número de vehículos a cargo de la Alianza de Transportistas y se congeló el otorgamiento de nuevas concesiones hasta el año 2001. Sin embargo, durante la administración de 1998 al 2000 los movimientos del transporte se caracterizaron por las presiones para la autorización de nuevas concesiones, aunque todo se hizo ilegal. De igual manera, lo hicieron con el incremento a la tarifa, sometiendo a la autoridad y advirtiendo paros en el servicio.
Este periodo sirvió para que algunos servidores públicos, desde los altos niveles de la administración estatal, se asignaran un número indeterminado de permisos para transporte público con itinerario fijo. Trasciende que esas concesiones se cotizaban hasta en dos millones de pesos.
Sumergido en una crisis histórica debido a las grandes cantidades de dinero e interés políticos que se manejan, el transporte público sin itinerario fijo en Cuernavaca “rutas” y su zona conurbada se colapsa. Por más de cuatro décadas los usuarios de este servicio, así como transeúntes y demás automovilistas, ponen en riesgo su seguridad y hasta su propia vida, ante la mafia de conductores carentes de todo: Inseguridad, insalubridad, falta de respeto y total desconocimiento del reglamento.
Las rutas del transporte público han dejado de cumplir con su objetivo de movilizar a los miles de usuarios con seguridad, ya que sus unidades no cuentan con las condiciones mecánicas adecuadas y menos año, los choferes tienen la capacitación para dar servicio a la población.
El gobierno estatal, encabezado por Margarita González Saravia, enfrenta el reordenamiento en el transporte público; no será fácil debido al arraigado fenómeno de corrupción que impera en la estructura encargada de regular este servicio y los grandes intereses económicos que se han creado por décadas en todos los niveles.
Según datos de la Secretaría de Movilidad y Transporte del estado de Morelos, la ciudad de Cuernavaca cuenta con una flota de aproximadamente 1,500 unidades de transporte público, lo que es insuficiente para atender la demanda de los usuarios. Esto ha generado largas filas y esperas para los usuarios, lo que afecta negativamente su calidad de vida.
Además de la falta de unidades, la antigüedad de los vehículos es otro problema que enfrenta el transporte público en Cuernavaca. Muchos de los autobuses y microbuses que circulan por la ciudad tienen más de 10 años de antigüedad, lo que los hace ineficientes y peligrosos para los usuarios. De igual forma, los transeúntes y demás automotores que recorren las principales calles y avenidas de la capital morelense se encuentran en peligro latente por la mala conducción de las unidades.
La inseguridad también es un problema grave que enfrenta el transporte público en Cuernavaca. Los usuarios han reportado casos de asaltos, robos y agresiones en los autobuses y microbuses, lo que ha generado un clima de temor y desconfianza entre los usuarios.
El gobierno del estado de Morelos ha anunciado planes para mejorar el transporte público en Cuernavaca, incluyendo la adquisición de nuevas unidades y la implementación de un sistema de transporte público más eficiente. Sin embargo, es importante que se garanticen los recursos y la implementación efectiva de estos planes.
La crisis en el transporte público de Cuernavaca es un problema que afecta a miles de usuarios diariamente. Es importante que se tomen medidas efectivas para mejorar el transporte público en la ciudad y garantizar la seguridad y comodidad de los usuarios.
El escenario se complica actualmente en el transporte público, ya que ante la ola de criminalidad que existe en la capital de Morelos y su zona conurbada, las bases de las rutas están siendo visitadas por extorsionadores, que condicionan el servicio por el cobro de piso, lo que provoca que el servicio sea deficiente y los usuarios, y propietarios de las unidades sean víctimas de constantes agresiones, ya que han llegado hasta unidades. En Cuautla y Temixco algunas rutas han dejado de trabajar por este fenómeno delincuencia que no ha podido ser contenido.
Y la central camionera de Cuernavaca es un sueño que todos los cuernavacenses, lástima que autoridades vienen y autoridades se van y no se logra por que los dueños de las líneas camioneras lo aprueben, no quieren soltar sus instalaciones que a pesar de encontrarse en lugares que solo crean más tráfico y contaminación, pero se puede ver que los padrinos que los apoyan son poderosos y con gran influencia en el gobierno por lo que no tienen para cuando. ¿No cree usted?
El próximo sábado no se pierda la invitación de Amigos de la Música, que nos presenta desde el Met de New York la única ópera de Beethoven: ”Fidelio”, en el Centro Cultural Teopanzolco, a las once de la mañana. Es un súper espectáculo, ahí nos veremos.
Y el próximo día 28 de este mes será el “Gran baile de los Cuernavacos” en “Mañanitas Casa Nueva”. No se lo pierda, para volvernos a ver. Boletos en Comonfort 13 y llamando a los teléfonos 777 3145190 y 7773145189, con el Lic. Alfredo Cortés. Quedan pocos lugares.
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