Tenemos muy claro en Morelos que los diputados locales al parecer viven en un sueño, pues no dan una de ninguna manera; cumplen un protocolo, pero no hay en sus reacciones ni en su manera de actuar algo que los haga diferentes a unos de otros.
Ahora ya están cumpliendo con las comparecencias, las cuales se dan a puerta cerrada, lo que, desde luego, les quita toda importancia. Mire usted, en el marco de las comparecencias del gabinete de seguridad y del responsable de la política interna, el grueso de los diputados demandó dar un giro a la estrategia de combate al crimen.
¿Dar un giro a la estrategia de combate al crimen? ¿Qué significa eso, aparte de palabras? No se ve claro, es pura retórica y nada en concreto.
Ante los titulares de la Secretaría de Gobierno, Fiscalía General del Estado y Comisión Estatal de Seguridad, Pablo Ojeda Cárdenas, Uriel Carmona Gándara y José Antonio Ortiz Guarneros, los diputados, con base en el protocolo aprobado para tal fin, manifestaron la “urgencia” de cambiar dicha estrategia “…y dar resultados a los ciudadanos que lo exigen -con justa razón- como un tema prioritario; para ello, dijeron que el Poder Legislativo está en la mejor disposición de coadyuvar para que esto se haga posible”. Quisiera entender en qué van a coadyuvar los diputados en la estrategia en contra del crimen organizado y no sólo eso, además hablan de cambiar la estrategia tal cual. Y no creo que sirvan para algo, porque todo está dicho con palabras, pero sin ningún sentido práctico. ¿De qué sirven tantas palabras tan complicadas sin que digan nada? La verdad es que no se soluciona nada.
Señalaron que es un tema que debe involucrar a todos, de ahí que, ayer mismo, se anunció que en el Proyecto del Paquete Económico la seguridad es uno de los ejes importantes que serán reforzados, no tuvieron tiempo de explicar cuáles son los cambios que, aseguran, deben de hacerse, ni para explicar -si se realizaran- cuáles serían; sólo cumplen con el protocolo y, como son mucho más ignorantes que las autoridades, no pueden discutir sobre su responsabilidad.
Supuestamente, deberían tener preguntas claras sobre la situación de la inseguridad y cómo solucionar ésta, hay que preguntar por qué sucede esto y de esta manera. Pero no, se van por las ramas, por la tangente, todo en sentido figurado; nada en la claridad de la realidad.
En primera instancia, la Mesa Directiva concedió el uso de la palabra al fiscal, para que procediera a la presentación de su quinto informe semestral de gestión, contando con 30 minutos para tal fin; ello con el objetivo de dar “estricto cumplimiento a lo establecido por el Artículo 79-B de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Morelos”.
Al concluir, se dio el uso de la palabra a Ortiz Guarneros, quien detalló las acciones implementadas en materia de prevención del delito y seguridad pública, a efecto de dar cumplimiento a lo establecido por el Artículo 77 Segundo Párrafo de la Constitución Política del Estado.
Posteriormente (y por medio de un comunicado), se informó que se suscitaron intervenciones parlamentarias en seis rondas de preguntas, una por cada grupo o fracción parlamentaria, Cabe mencionar que cada ronda de cuestionamientos implicó el derecho de réplica y contrarréplica.
Los tópicos que se examinaron fueron: feminicidios y la falta de elementos policiacos, lo que se justificó con el argumento de que “…no se ha podido incrementar debido a que la academia no está en activo a consecuencia de la pandemia provocada por el covid-19, y a la falta de interés de las personas por enlistarse en esta corporación”.
Las comparecencias son en privado y sólo se informa con un boletín, cuando deberían de actuar como en la Cámara de Diputados de México en el pleno, para que todos tuviéramos la oportunidad de escuchar qué dicen, cuáles son las acciones que realizan y cuáles las que van a corregir; pero, como todo es a escondidas, no entendemos para qué sirven las comparecencias. Cumplir con la ley está bien, pero permitirnos a los ciudadanos en general enterarnos de lo que sucede sería importante.
Necesitamos un Congreso más abierto y democrático con la gente, y no que en su encierro trate asuntos tan importantes como la seguridad. Les aseguro que muchos interesados irían al Congreso a escuchar, pero son tan meticulosos para hacer todo a escondidas que ni siquiera dejan entrar a personas con celulares, no sea que se vaya a colar lo que verdaderamente acordaron.
Antidemocrático y ramplón, el Congreso -a pesar de ir en su tercer año- no ha podido aprender lo importante que es informar a los ciudadanos y no hacer las cosas a escondidas. No hagas cosas buenas que parezcan malas porque, en lugar de ayudarte, te perjudicas. ¿No cree usted?

Por Teodoro Lavín León / lavinleon@gmail.com / Twitter: @teolavin

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