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En este capítulo de “Hablemos Derecho con Miguel”, abordamos un tema poco visibilizado: la violencia de género hacia los hombres. El Lic. Erick Navarrete nos explica las distintas formas en que se presenta, sus implicaciones legales y sociales, así como la importancia de reconocer y atender estos casos con la misma seriedad que cualquier otra forma de violencia.

Violencia de Género Masculina: El Tema Silencioso que la Sociedad Debe Reconocer

¡Bienvenidos a una edición de Hablemos Derecho con Miguel! En este episodio, abordamos un tema crucial y a menudo invisible: la violencia de género masculina. Tuvimos el placer de contar nuevamente con el Licenciado Eric Navarrete del Despacho Navarrete Abogados, quien nos ayudó a desmenuzar las implicaciones legales, sociales y emocionales de esta problemática.

El Licenciado Navarrete agradeció los buenos comentarios sobre el tema anterior (sobre qué hacer en caso de choques o accidentes) y señaló que estos incidentes siguen ocurriendo, especialmente los fines de semana involucrando a automovilistas y motociclistas, por lo que el conocimiento legal sigue siendo vital. Sin embargo, el tema central de este episodio, pospuesto por semanas, fue la violencia de género que sufren los hombres.

¿Qué es la Violencia de Género Masculina y Cómo se Origina?

El Licenciado Navarrete enfatiza que es fundamental aclarar que hablar de violencia hacia los hombres no implica necesariamente hablar mal de las mujeres.

Sí, la violencia de género en hombres existe. La violencia se define como la afección a nuestros sentimientos ante situaciones que no consentimos o que nos desagradan, y esto ocurre en todos los géneros.

El origen de esta violencia se remonta a la educación latina y los estereotipos inculcados por nuestros padres:

  • Roles Fijos: Se le dice al hombre que no debe llorar, que es el que manda, que es el fuerte, y que debe tener el dominio económico, siendo su obligación "mantener a la esposa".
  • Estigma Social: Si no se cumple con este rol, el hombre es estigmatizado. Aquellos que nacieron antes del 2000 probablemente arrastran este estigma, generando problemas de autoestima.
  • Sexualidad: Incluso la represión o el no poder explayar la homosexualidad hace tres décadas se considera violencia de género.

Formas de Violencia Silenciosa y sus Consecuencias

Para el hombre, vivir violencia suele ser una situación silenciosa. Esto se debe a que nuestra educación básica no nos permitió demostrar nuestra vulnerabilidad.

Manifestaciones de la Violencia

La violencia se presenta de diversas maneras, muchas de ellas poco visibilizadas:

  1. Violencia Psicológica y Emocional: El hombre se vuelve inseguro, buscando siempre la aprobación de sus actos y buscando a alguien que soporte sus decisiones (familiares, hermanos o la pareja).
  2. Dependencia: Se crea una dependencia hacia quien genera la violencia. Un ejemplo es cuando el hombre realiza tareas o roles en el hogar solo para evitar que la pareja se moleste.
  3. Violencia Familiar y Paternidad: Un acto recurrente en conflictos familiares o divorcios es la violencia psicológica ejercida por la esposa al condicionar el contacto con los hijos: "No vas a ver a tus hijos porque no me das dinero para la manutención".
  4. Roles de Género Invertidos: Existe un fuerte estigma social si la esposa es la que trabaja y el esposo no lo hace (aun si es un acuerdo mutuo), siendo tildado de "flojonazo", "vividor" o "mantenido".
  5. Violencia en el Entorno: La sociedad tiende a aplaudir al hombre que nunca sale con amigos, que no toma días libres y que va de la casa al trabajo y viceversa, considerándolo un "buen hombre". Salirse de este estereotipo lo sitúa en una posición de desventaja.
  6. Violencia Sexual: La negativa o el condicionamiento de la actividad sexual a cierta conducta por parte de la pareja es una forma de violencia que es muy silenciosa y avergonzante.
  7. Violencia Económica: La pareja puede exigir un tipo o modo de vida que el varón no puede sostener, a pesar de sus máximos esfuerzos y capacidades socioeconómicas.
  8. El Sometimiento en el Hogar: Cuando un hombre se muda a vivir a casa de los suegros, está obligado a someterse a las reglas de ese hogar, impidiéndole crear su propio núcleo familiar, lo cual es considerado violencia.

Consecuencias Catastróficas

Si estos conflictos emocionales no se resuelven, van a escalar. Las consecuencias pueden ser desde inseguridad y depresión, hasta suicidios o, en un altercado, ataques de ira. Estos ataques no son razonados sino emocionales, y pueden escalar hasta cometer un homicidio o un feminicidio.

Incluso se ha comprobado que la presión por satisfacer las demandas económicas o de estilo de vida de la pareja (el victimario) puede llevar al hombre a cometer actos ilegales como fraudes o robos para conseguir dinero destinado a lujos o vacaciones extraordinarias.

Barreras Legales y el Estigma al Denunciar

Acudir a la autoridad es un proceso muy complejo para el hombre. El hombre prefiere aguantar o alejarse del problema antes que exponer sus debilidades en la luz pública o jurídica.

Revictimización del Varón

El hombre que acude a la autoridad a denunciar maltrato por parte de su pareja (esposa o novia) es inmediatamente estigmatizado y sufre revictimización. En lugar de recibir apoyo, recibe críticas, burlas y, en ocasiones, soajamiento de las mismas autoridades.

Desigualdad Legal y de Protocolos

El Licenciado Navarrete subraya que hay un problema social: la discriminación legal.

  • Existen leyes especiales, reglamentos y protocolos para atender a la mujer (y a grupos vulnerables como la comunidad LGBT), pero no existen protocolos específicos para el hombre.
  • El hombre es tratado como la "generalidad".
  • En situaciones de discusión de pareja, si la mujer sufre una lesión y hay una denuncia, la tendencia inmediata es que el varón es responsable hasta que se acredite lo contrario. Además, en el 95% de las separaciones, quien abandona el domicilio es el varón.

Recomendaciones y Asistencia Profesional

Es vital que el hombre que padece violencia reconozca su situación, no como una enfermedad, sino como algo que le sucedió y que puede resolverse.

La Prioridad: Atención Psicológica

Si bien es necesaria la atención jurídica, la atención psicológica es prioridad. La persona victimaria sujeta al hombre de la parte emocional, y es ese vínculo el que debe romperse.

Aunque no hay centros de atención exclusivos para hombres (a diferencia de las mujeres), se puede acudir a la Fiscalía del Estado o al Tribunal Superior de Justicia, que cuentan con orientadores y psicólogos para ayudar. También se recomienda la justicia restaurativa, buscando resoluciones mediante acuerdos.

Cómo Ayudar a una Víctima

Si un amigo o familiar está sufriendo violencia, la función no es juzgar, criticar ni dar consejos (como "déjala"), ya que no conocemos las circunstancias de dependencia económica o emocional que pueda tener.

Lo primordial es buscar el momento de escuchar. El hombre necesita una zona de confort y un momento de confianza para poder externar su sufrimiento. Es el victimario quien a menudo somete a la víctima relegándola de amigos y familia para que no encuentre este momento para soltar sus sentimientos.

Cuando el hombre logra platicar su situación, es un enorme desahogo (similar a terminar de pagar una deuda grande) y solo entonces podrá tomar las decisiones jurídicas de alejarse, solicitar un divorcio, o pedir la custodia de los menores.


Si usted o alguien que conoce está sufriendo violencia de género masculina, recuerde que existe esta situación y es vital atenderse antes de que escale a situaciones catastróficas.

Si desea consultar al Licenciado Eric Navarrete del Despacho Navarrete Abogados, su número de WhatsApp es el 7136370.7 (7136370.7).

Si tiene dudas o preguntas sobre este tema, puede escribir de manera anónima al programa Hablemos Derecho con Miguel al 7774991991.

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