De nuevo el sitio arqueológico de Chichén itzá se convirtió en un lugar de castigo, pues anterior mente una persona que subió al templo fue bajada a punta de golpes y a gritos.

Esta vez un turista de origen polaco subió a la pirámide y en seguida visitantes nacionales y extranjeros comenzaron a gritar consignas y golpearon al polaco, quien violó las las reglas del Instituto Nacional de Antropología e Historia.

Algunos de los visitantes castigaron al polaco golpeándolo con palos por su acto, mientras que varios cuestionaban su actuar, al ser una estructura prehispánica considerada una de las nuevas siete maravillas del mundo moderno.

Los hechos ocurrieron el sábado 28 de enero; en el lugar el el sujeto fue detenido por lo que permaneció 12 horas de arresto administrativo pero ya fue puesto en libertad.

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