En las noches en que las estrellas entran a su fase de romance creciente Selina se asoma por la ventana de los adioses y toca la luna para despertarla y compartir conella un ritual de imaginación. Tritón, su gato, la acompaña reflexivo en ese trance de ensueño propio de los seres fantásticos.
Ella es una hermosa sirena adolescente que con su voz dulce canta las imaginarias penas de un imaginario destierro amoroso que padece estoicamente acorde a su dignidad de diosa mitológica. Sonata de sirena en clave de luna que impregna la brisa como espuma de azahares y susurra un nombreentre los ecos de la noche y el arrebato apasionado del mar.
Selina conoce las leyendas de todas las sirenas y le conmueven; su imaginación se desborda antetantos dramasy misterios contenidos en eso trágico que a la vez es sublime.
Ellaanhela vivir un drama de amor imposible que trascienda las eras y ser como Lorelei, amar con locura y ser el enigma del risco que condenaalos hombres al naufragio tras atreverse a contemplarla a través de los rayos de luz que surcan la niebla. Pecado de marineros tontos que caen de cabeza al precipicio sin la piedad de ser convertidos en estatuas de piedra antes de caer pues, al parecer, Selina no conoce bien la leyenda de Medusa... ni le interesan los hombres mortales. El suyo es un interés de otraespecie, algo mágico que todavía no sabe nombrar pero que late muy fuerte en su corazón.
Algo tan grande que le permita reivindicar a Lolerei y provocar a los dioses hasta hacerlos cambiar sus reglas o morirse en el intento, pues asume que la vida de una sirena no debe transcurrir entre términos medios. Todos los mitos lo confirman: la inmortalidad requiere sacrificios y lucha.
Ella imagina el castigo severo del destino pero es paciente y, por lo menos en su fantasía, confía en vencer el sino tragico que marca a las sirenas.
Tritón la observa y busca su posición enla escena para hacer más creíble la historia; por lo pronto agradece que en las noches como ésta, de luna creciente, Selina hace un recital con su voz seductora para que el tiempo no borre de los registros de la vida nide su corazón la noble razón de su imaginaria condena. Piensa que si el amor puede trascender la eternidad, ella estará ahí con su canto cuando eso ocurra. También él quisiera estar presente.
El canto de sirena rebota entre las rocas estremeciendo los palacios del agua; reverberación exquisita que viaja por los mapas de los mares y los ríos, las rutas de los marineros, las parcelas de los pescadores... y el feudo de los tritones. Canto que susurra el viento entre bemoles tempestuosos y agoreros hasta despertar el deseo por las leyendas entre los aventureros del mar tan hechos a la conquista de tesoros ydeamores imposibles...
Como Tritón tiene recuerdos confusos del mar y de abismos innacesibles para los humanos piensa que quizás en alguna de sus vidas fue un pez gato o tal vez un tritón. Eso explicaría la afinidad con Selina, su cariño leal y ese placer silencioso de sentirse importante cuando ella lo mira.
En esta vida sólo es un gato curioso que llega cada noche a ver a Selina en su espera nocturna de la luna propicia. Le gusta escucharla y compartir con ella los momentos denostalgia y algunas intuiciones que últimamente rondan su instinto felino.
Algo le dice a Tritón que a Selina tal vez le ocurra lo mismo y en alguna otra vida ella fue Cleopatra y él el gato preferido de su colección, rey del harem, Dios egipcio, modelo de la esfinge... nunca un vulgar gato comeratones.
Ronronea pensando en lo lindo que sería que él fuera un tritón de verdad o ella una gatita. Elmundo sería perfecto y a su manera escribirían su propia leyenda sin necesidad de molestar a Lorelei o revivir condenas.
O con gusto renunciaría a seis vidas y se quedaría sólo con una para compartir la fantasía de Selina, aquella donde él se convierte en el ser humano con el cual Lorelei debe ajustar cuentas. Se imagina junto a ella como súdbito feliz habitando el risco imponente donde el canto le recuerda a la noche el pacto apasionado de una sirena y su desdén por los hombres traicioneros.
Ahí los dos expresarían sus arrebatos poéticos en diferentes escalas: ella con la belleza de ese canto hermoso que registran los diarios de su madre, algunos mitos fantásticos y labitácora de Ulises; él en sus conciertos de violinista desafinado y audiencias poco tolerantes al lamento de la madrugada.
Aunque se dice que los gatos tienen siete vidas para desperdiciarlas en quimeras, la realidad le azota la cara a Tritón y le hace ver que Selina canta para recordar y serfiel a la certeza de su corazón, pero su imaginación la condena a diluir los ecos de su voz para borrar su rastro y confundir a los tritones que la asedian para cortejarla.
Belleza solitaria obsesionada con la llegada del tiempo del amor, sirena juvenil, Penelope del océano, Selina elude la llamada de Eros y sonríe.
Lo de las historias dramáticas lo vive con intensidad pero sólo ocurre como una arrebato de confidencia para charlar con la luna y robarle algunos secretos; el verdadero divertimento de sus horas, y su edad, es burlar el cortejo de tritones insolentes y sus ínfulas neptunianas de amos del mar.
Que sigan dando vueltas por los mares del mundo presumiendo la dimensión de sus tridentes y la fragilidad de su espíritu que no entiende el llamado de las sirenas. Que acompañen el recorrido de los hombres en sus barquitos hechos con el papel de sus egos necios que sólo sirve para escribir canciones de despecho y traición.
Selina tiene anhelos y su canto, un amor puro, un gato fiel y la luna como confidente. Y, como diría ese excepcional marinero del mediterráneo: cuando tenga que llorar será frente al hermoso paño de lágrimas del mar.
La sirena
Un héroe narró su gesta: La sirena canta para seducir y prevenir al marinero de su pasión prohibida.
Muerte dulce de arrebato mitológico.
Y la epopeya, esa historia poética que recitan los juglares castos, avala al gladiador.
Agrega horrores, advertencia de abismos y criaturas malditas, que se conjuran con tapones de cera.
La verdad es más dulce: Lo cierto es que la sirena canta para disuadir.
Sólo busca intimidad para amamantar a sus hijos.
