Sinaloa.- El departamento ubicado en la planta alta de una vivienda de la calle Narciso Mendoza se mantiene cerrado.

 

En su ventana, una cortina blanca impide la visibilidad al interior de la habitación donde el sábado 22 de diciembre se vivió una riña familiar que terminó en tragedia.

Un feminicidio en contra de una bebé de 5 meses que recibió lesiones en cervicales cuando su padre la lanzó a la cama.

“Aquí en nuestra colonia seguimos muy dolidos por la muerte de Mía. Sabemos que es un homicidio que pudo prevenirse, la esposa pudo haber denunciado porque sus hijos eran víctimas constante de golpes. Hace un mes aproximadamente, la niña traía una lesión en la pierna. Cuando le cuestionamos qué tenía, nos dijeron que le había picado un alacrán. La invitamos a llevarla con el doctor pero se rehusó diciendo que ya la habían atendido”, expresó una de las vecinas.

Comentó que la pareja con sus tres hijos eran prácticamente nuevos en la colonia, al tener menos de un año rentando el domicilio, que era compartido con otras familias, quienes en repetidas ocasiones escuchaban el llanto de los menores, en especial el de Mía.

El hombre era conserje en la UAS, por eso llegó a vivir a esta colonia. Tenía problemas con drogas y era muy poco amigable, expresó un vecino.

Recordó que el día de la tragedia escucharon llorar a la bebé y una persona acudió al departamento para preguntar si todo estaba bien, pero el padre de la menor respondió de manera muy grosera y le pidió que se retirara.

Minutos después vieron salir al hombre salir corriendo con la menor en brazos en busca de ayuda. Encontró un carro materialista que lo llevó a la clínica privada,  donde se confirmó el deceso de la menor.

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