Ahora que Estados Unidos y China están enfrascados en una guerra económica, en la cual cada uno ha subido los aranceles en numerosos artículos y en otros tantos productos maquilados que se intercambian en compras y ventas de manufacturas reciprocas, el nuevo gobierno del presidente electo Andrés Manuel López Obrador debe de aprovecharse en hacer negocios con Europa y en especial con el gigante asiático: La República Popular China.
Ya han adelantado que el tren que va a dar servicio al sureste del País, va a estar en manos de los asiáticos, que el gobierno de México no va a poner ni un centavo y que esa compañía invertirá su dinero y su tecnología en dicha construcción. Hay dos cosas importantes que habrá que resaltar y que son: el que la mano de obra para ese trabajo será nacional, bien remunerada y traerá un amplio desarrollo para la población en empleos directos e indirectos, como son las construcciones de viviendas, las necesidades de alimentación y sus proveedores y en segunda, que la inversión que se haga, tendrá un tiempo más amplio hasta que se acabe de cubrir con los pagos que se cobren a los futuros usuarios o consumidores, una vez que se haya echado a andar la obra y ya esté en operación.
Una de las principales ventajas es que ese transporte va a llevar y traer las mercaderías del sureste al centro y norte de México, al igual que en sentido contrario, y de esa manera no se necesitará de grandes y costosos camiones y cisternas que llevan dichas mercancías y el petróleo a toda la República y en especial a los Estados Unidos.
Por supuesto que para construir ese tren, los técnicos serán de procedencia china, pero el trato será que se les va a mostrar a los ingenieros y a al resto de los trabajadores mexicanos el funcionamiento, las técnicas y los pasos que habrá que tomar para su mantenimiento. Ya sea en las plantas en aquel País o trayendo a los especialistas para enseñarles en el nuestro.
Por otro lado, ya se declaró que el gobierno entrante ha apartado dentro del presupuesto del próximo año 2019, 16 mil millones de pesos para construir caminos dentro de toda la región y así conectar a todas las ciudades y pueblos que necesiten transportar sus productos al tren y de esa manera traer la materia prima de un lugar a otro por medio de dicho transporte a cualquiera de los puntos que lo rodean.
Estados Unidos le vende a China casi todo el petróleo que ese País necesita, como sus derivados y su tecnología. Pero China los puede conseguir de su vecino La Confederación Rusa y de la República de Irán, las cuales están dispuestas a seguir vendiéndole esos productos energéticos.
Esa es una de las razones por lo que el gobierno de Trump está tratando de castigar a Irán por razones de pruebas nucleares que ni siquiera ellos mismos se creen y amenazando a todos los países que comercien con Irán, que le dejen de comprar su petróleo, a sabiendas que Rusia es uno de los países que tiene más petróleo del mundo.
La bonanza que le va a llevar a esa región sólo es comparable al bienestar que recibirá el ciudadano del resto del País. En cuanto a la perforación y la extracción del petróleo, Petróleos Mexicanos (PEMEX) ha dejado de producir derivados del petróleo y al asociarse a las grandes compañías extranjeras, se ha debilitado a punto de ir a la quiebra.
Entre los productos de ese complejo que más pérdidas han tenido, es la desaparición de la Petroquímica, cuya producción en todas sus ramas ha bajado hasta casi desaparecer y esto, más la edificación de una nueva planta de refinación y la rehabilitación de las seis refinerías que ahora están trabajando a menos del treinta por ciento de su capacidad, la petroquímica y el energético, va a ser una gran ayuda para la cercana Cuarta Transformación de México.  
En fin, que el nuevo tren peninsular o como lo nombren, va a traer prosperidad a todo el País. Se va a convertir de nuevo en un área productiva. Habrá henequén, ganadería, agricultura variada, cafetales, platanales, y mil cosas más que se van a poder transportar del sureste a todo el País. Y por supuesto atraer turismo nacional para que conozcan nuestro País y abrir las puertas al extranjero y mostrarle al mundo las maravillas de México.
Y aunque lo diga el retrasado de Trump, no somos asesinos, ni flojos, ni delincuentes. Si les mandamos droga es porque ellos nos la piden, si mandamos emigrantes, es porque ellos y los gobiernos mexicanos peleles destruyeron nuestro campo, las escuelas y se llevaron las riquezas.
Ahora tenemos a los migrantes que nos envió Trump y los presidentes de Centro América los que en México no tendremos mucho dinero, pero no encarcelamos a los ilegales, sino que el pueblo entero se volcó a ayudarlos (salvo algunas excepciones por la parte oficial).

Por cierto que en lugar de enviarles a quince mil soldados, (los que son dos veces más que los de la guerra de Afganistán), los ciudadanos mexicanos les hemos ofrecido casa, comida, servicios médicos, entretenimiento para los menores, camiones para llegar a su destino y como si fuera poco, visas de traslado o de trabajo para quienes se quieran quedar y de estancia para seguir su camino final o para regresar a su país de origen.

Existen tratados gubernamentales con otros países que no pueden ser rotos al firmar el nuevo tratado con Estados Unidos y Canadá (T-MEC), con los que nuestro País puede seguir haciendo transacciones como: el Acuerdo Transpacífico (TPP), el que al principio parecía perjudicial, pero el que con los cambios a favor de los exportadores de petróleo y varios tipos de granos, como el café, se pudo garantizar la balanza comercial en la que todos salimos ganando.
Es cierto que frente a los países del lejano oriente tendremos que tener mucho cuidado para que no suceda lo que con el TLC de Salinas de Gortari–Bush padre, en el que se dejó entrar maquinaria textil, artículos de cerámica, zapatos y otros productos, que hicieron quebrar a varias industrias de estos ramos, pero esos son los puntos que dijeron que han sido modificados dentro de dicho tratado.
Lo cierto es que uno de los primeros pasos del nuevo mandato presidencial va a ser la construcción de dicho Tren del Sureste, con la seguridad de que al dar buenos resultados, las construcciones de vías ferroviarias en el centro y en el norte del País se irán dando, ya que un transporte que se tarda un mínimo de lo que hace un tráiler por carretera o lo que cuesta la entrega de carga por avión es de un ahorro considerable.
Lo atractivo de el plan de inversiones hacia nuestro País, es la empresa que traiga su dinero y su tecnología a México, recuperará todo lo invertido y cuando esto suceda, entonces comenzará a ganar sin trabas de ninguna clase y durante los años que tengan de concesión, la misma se alargará mientras se paguen los impuestos correspondientes como cualquier empresa establecida en el País o se reinvierta las ganancias en nuevos polos de desarrollo, como el industrial en casi todas las ramas de la producción y también la industrialización del campo, de nuestras aguas continentales para la pesca y el desarrollo de los maravillosos centros turísticos que tenemos para ofrecer a nuestros visitantes, cuya muestra es precisamente el tren que se hará en el sureste del País. Inversiones que tanto necesita nuestro querido México.

Por: Rafael Benabib / rafaelbenabib@hotmail.com

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