Un gigantesco socavón se abrió repentinamente frente al Hospital Vajira, en Bangkok (Tailandia), obligando a evacuar pacientes, interrumpir servicios básicos como agua y luz, y dejar el área en estado de emergencia.
El impresionante colapso del suelo ocurrió sobre la avenida Samsen, en un tramo cercano a las instalaciones hospitalarias. Testigos relatan que todo ocurrió en segundos, con el pavimento cediendo ante los ojos de varias personas.
Autoridades locales investigan si una fuga de un túnel de metro en construcción pudo desencadenar el hundimiento. Hasta el momento no hay reportes oficiales sobre víctimas graves, aunque se informó que al menos varias personas fueron evacuadas por precaución.
El incidente reaviva la preocupación por la infraestructura urbana en zonas con obras subterráneas. En un entorno donde hospitales, vías de acceso y zonas residenciales conviven con proyectos de ingeniería, estos eventos plantean preguntas sobre la supervisión y prevención de riesgos estructurales.
Mientras los equipos de emergencia trabajan para asegurar el perímetro y revisar daños colaterales, los pacientes y quienes vivían cerca del socavón esperan una respuesta clara de las autoridades. Además del rescate físico, habrá que atender los efectos en confianza pública y el recordatorio de que la ciudad moderna debe apostar por planificación con vigilancia constante.
