Un joven se metió dentro del recinto de un oso panda en el zoológico de Nanchang, en el este de China.

Se cree que saltó la valla de 1,3 metros para interactuar con el animal con el propósito de impresionar a sus amigas.

El oso –un macho de 12 años que pesa 120 kilos- se despertó con la llegada del intruso y se aferró a sus piernas.

Después de forcejear durante unos minutos, el joven logró liberarse y huir.

Ambos salieron del incidente ilesos, aunque al joven le quedaron los pantalones destrozados.

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