El 15 de junio de 2025, Donald Trump emitió directrices para intensificar las operaciones de deportación en las principales ciudades de Estados Unidos, especialmente aquellas gobernadas por demócratas, como Los Ángeles, Chicago y Nueva York. A través de Truth Social, describió la iniciativa como la “mayor deportación masiva de la historia” y urgió al ICE, la Patrulla Fronteriza y otras agencias federales a coordinar esfuerzos y recursos para detener y expulsar a migrantes indocumentados.
Trump criticó a los funcionarios locales, a quienes acusó de aprovecharse del voto de los migrantes para impulsar programas sociales, y los calificó de “enfermos mentales” que odian a Estados Unidos. En su mensaje, vinculó los flujos migratorios con un aumento de la delincuencia urbana y alegó que su plan busca restaurar la seguridad en barrios “plagados de caos”.
Esta orden se produce luego de una serie de protestas en más de 2 mil ciudades, conocidas como “No Kings” o “Un día sin Rey”, manifestaciones que han reunido a millones de personas en rechazo a lo que califican de medidas autoritarias de Trump.
En Los Ángeles, la tensión escaló con despliegue de la Guardia Nacional, marines y enfrentamientos con manifestantes.
Aunque Trump había advertido sobre los efectos adversos de expulsar a migrantes en sectores como la agricultura, hotelería y restauración, esta orden refuerza su estrategia de “remigración”: deportar a extranjeros e impedir futuras llegadas consideradas peligrosas. No obstante, autoridades agrícolas y hoteleras han expresado su preocupación por posibles desabastecimientos en mano de obra.
