“Titti” es una perrita que desde hace seis meses su destino cambió y la colocó en una conocida terminal de autobuses en Cuernavaca, pues por las reglas de traslado su dueña la tuvo que dejar en las manos de un maletero para que cuidara de ella.
Desde aquel día Pablo Raimundo Miranda Páez, un conocido cargador de maletas en aquella terminal, se hizo cargo de “Titti” y ahora la perrita forma parte de los maleteros en la terminal de autobuses de la Estrella Blanca, ubicada sobre la Av. Morelos, en el Centro Histórico de Cuernavaca.
“Su dueña iba rumbo a Tijuana y la llevaba en una caja de cartón y la perrita se movió. Los animales no pueden viajar de esa manera, tienen que ir en transportadoras. Entonces, su dueña me pidió que me quedará con ella, porque lamentablemente ya no regresaría a Morelos, pues se iba del estado para empezar una nueva vida, pero ahora también sin Titti”, recordó Miranda Páez.
Asimismo, relató que su vida cambió por completo con la llegada de esta perrita, pues “Titti” se ha convertido en una celebridad en la terminal de autobuses y todos los días acompaña a su nuevo dueño en el trabajo de maletero.
“Ella ya sabe cuál es nuestro trabajo. Cuando llega alguien con maletas se coloca a un costado del equipaje y después llego yo, cargo las cosas y las llevamos hasta el taxi o al autobús. Titti es muy amable, siempre respetuosa con las personas y muy trabajadora”, expresó el maletero con mucho orgullo y a la vez nostalgia.
Pablo Raimundo quiere tanto a su nueva compañera, que expresó que no la cambiaría o dejaría por nada, pues no la considera su mascota, para él Titti es “su niña”.
“Hace tiempo un joven se acercó a mí y me ofreció dinero por ella, me dijo que a su novia le había gustado mucho mi perrita. Yo me ofendí cuando me propuso la cantidad de tres mil pesos por Titti. Le dije que Titti no era una bicicleta o una escoba, pues es una vida y no tiene precio. Titti es mi niña”, recalcó Raimundo.
Esta conocida “maletera canina” trabaja todos los días con su nuevo compañero y son reconocidos por su gran amabilidad y uniforme, el cual está compuesto por un sencillo chaleco reflector y por la frase: ¿Le podemos ayudar con las maletas, señito?