Esta semana la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, cumplió su amenaza y en su programa de chismes, digo, espacio cultural, llamado el ‘Martes del Jaguar’, dio a conocer una conversación sostenida entre Ricardo Monreal y Alejandro Moreno Cárdenas, en donde, supuestamente, intercambiaban apoyos para que David Monreal, hermano del coordinador de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República, obtuviera la gubernatura del Estado de Zacatecas.
Por supuesto que la respuesta del senador morenista, Ricardo Monreal Ávila, no se hizo esperar y definió los mensajes expuestos como contenido basura, falso y truqueado, además de anunciar que iniciará acciones legales en contra de Layda Sansores por haber violentado el artículo 16 constitucional, mismo que menciona que las conversaciones privadas son inviolables, salvo la existencia de mandato judicial.
La cuestión es que, como a la gobernadora campechana eso de vulnerar la ley a capricho y sin consecuencias ya le había funcionado para doblar a uno de sus adversarios, decidió seguir transitando ese camino de ilegalidad, sin embargo, en esta ocasión le faltó tacto para darse cuenta de los terrenos pantanosos pisaba, pues Ricardo Monreal, no es ‘Alito’.
Lo que le espera a Layda Sansores es un contrataque feroz, pues el senador difícilmente dejara pasar por alto esta afrenta, tan es así que el primer golpe ya lo soltó por medio de su suplente, Alejandro Rojas Díaz Durán, quien cuestionó la procedencia lícita de la riqueza inmobiliaria de la gobernadora.
El fuego amigo abrió la caja de pandora en Morena, veremos quién tiene la cola más corta, para aguantar la serie de descalificaciones que se vienen y el escarnio público al que serán sometidos.
No está de más decir que esto es a título personal.
Fíjense nada más… que el presidente Andrés Manuel López Obrador, llamó a no caer en politiquerías y calificó de ‘mal gusto’ lo hecho por Layda Sansores. Regaño más que merecido, a ver si así hace caso.
Fuera de contexto: Y pues ya tomó protesta como diputada, Marguis Del Rayo, suplente de la finada Gabriela Marín, en algo que, si bien no tenía impedimento legal, pero si muchos cuestionamientos morales y sociales, ¿por qué hacerlo al amparo de la noche?
Por: Omar Arizmendi Hernández / opinión@diariodemorelos.com • Twitter: @om_arh22