Nueva York, Estados Unidos
A más de dos meses del accidente del buque escuela ARM Cuauhtémoc en Nueva York, continúan los homenajes espontáneos a los marinos mexicanos que perdieron la vida durante la fallida maniobra de salida del muelle en Manhattan.
El 17 de mayo por la noche, la emblemática embarcación de la Armada de México colisionó con el puente de Brooklyn mientras se retiraba del Muelle 17, donde permanecía como parte de una gira internacional. Durante la maniobra, una falla técnica provocó que el buque retrocediera a gran velocidad, impactando su mástil contra la estructura del puente. La colisión causó la muerte de dos tripulantes y dejó varios más heridos, algunos de gravedad.
Desde entonces, la zona cercana al muelle y los alrededores del puente se han convertido en puntos de recuerdo para los visitantes. Flores, veladoras y banderas de México siguen apareciendo en honor a los marinos caídos. Algunos mensajes escritos a mano acompañan estos altares improvisados, expresando solidaridad y respeto.
El accidente también encendió alertas sobre los protocolos de navegación en puertos internacionales y la seguridad en las maniobras de embarcaciones de gran tamaño. Aunque la investigación sigue en curso, la Marina de México y las autoridades estadounidenses han señalado que se analizan posibles fallos mecánicos y humanos.
A pesar de la tragedia, el ARM Cuauhtémoc mantiene su simbolismo como embajador cultural de México en el mundo. Y aunque su paso por Nueva York quedó marcado por el luto, también dejó una muestra de unidad entre pueblos. Las ofrendas que aún permanecen bajo el puente son un testimonio de que la memoria de los marinos mexicanos sigue viva, más allá del océano.
