En una confesión tan honesta como inusual, Seth Rogen compartió en The Tonight Show que él y su colaborador Evan Goldberg estaban bajo los efectos de hongos alucinógenos cuando grabaron un episodio de WTF with Marc Maron en 2013. El estimulante audio del podcast se realizó apenas después del estreno de la comedia This Is the End, cuya celebración incluyó “muchos hongos”, según describió Rogen.
Lo más surrealista ocurrió al día siguiente. Aún en un viaje psicodélico, tanto Rogen como Goldberg se dieron cuenta de su estado al llegar al estudio de Maron. Intentaron contrarrestarlo con una dosis enorme de café en una cafetería Starbucks, con el resultado de sentirse aún más acelerados. Aun así, decidieron continuar con la entrevista como si nada pasara. Maron sí sabía lo ocurrido, aunque la conversación nunca aludió explícitamente a ello en los titulares. “Me han dicho que es imposible notar que estábamos drogados, lo cual me parece malo como persona”, bromeó Rogen, señalando lo vertiginoso de la situación. Lo llamativo es que esa escena bizarra inspiró un episodio clave de su nueva serie The Studio, en el que un personaje organiza una presentación de estudio en un estado psicodélico no intencional.
En el episodio noveno de The Studio, titulado “CinemaCon”, la sátira alcanza niveles estrambóticos: los miembros del equipo de Continental Studios se desmayan en una fiesta previa al evento, luego de consumir chocolates cargados con hongos alucinógenos. Zoë Kravitz, quien interpreta a una actriz invitada, relativizó la experiencia: para darle autenticidad a su actuación, se puso un poco “high” durante la lectura del guion y se preparó con cuidado, consciente de que el estilo de filmación en una sola toma lo exigía. Relató escenas olvidadas que incluían destrozos visuales, como construir un fuerte improvisado con papas fritas y que Kathryn Hahn le cantara “Kumbaya” tras abofetearla en el set, un momento que, según Kravitz, fue "el honor de su vida".
El episodio es una cumbre de caos sazonada con humor negro. Sus protagonistas —Matt Remick (Rogen), Sal (Ike Barinholtz), Kravitz y Dave Franco— recorren escenarios como el Venetian de Las Vegas totalmente fuera de sí. A esto se suman situaciones rocambolescas como perseguir a su jefe Griffin (Bryan Cranston), quien desaparece y luego reaparece en una góndola, completamente desorientado por los efectos. La propuesta absorbió las expectativas sobre control y profesionalismo hasta convertirlo en histrionismo, logrando una crítica satírica sobre la industria y el ridículo glamoroso de Hollywood.
La confesión de Seth Rogen sobre su experiencia psicodélica previa a la entrevista con Marc Maron reveló no solo una anécdota sensacional, sino también cómo transformó esa vivencia real en material cómico y autorreferencial en The Studio. El episodio “CinemaCon” combina autobiografía, sátira y fantasía en una fórmula que demuestra que, en el universo de Rogen, lo absurdo y lo personal tienen al menos el mismo peso creativo.

 

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