Abogado, optometrista y con una interesante trayectoria. Juan Andrés Huicochea Santa-Olalla, nació el 24 de septiembre de 1973 en Temixco, Morelos. Su padre es Cecilio Huicochea Suárez, quien fuera presidente municipal de Temixco en el trienio de 1982 a 1985. Su mamá es Irma Santa-Olalla Montes. Juan tuvo 5 hermanos: Graciela, Eva Yolanda, Irma Angélica, Martín. Siendo Juan Andrés el mayor de ellos.

Desde los primeros años de escuela hasta terminar el bachillerato, estudió en el Colegio Cristóbal Colón de Cuernavaca. En 1992 Ingresó a la Escuela Mecánica Automotriz de Morelos (UMAEM) y trabajó en una óptica propiedad de su hermana Yolanda. 

En el año 2000, terminó una licenciatura en optometría en el Instituto Politécnico Nacional donde se transportaba diariamente. Desde 1995 trabajó en una óptica en Cuernavaca de su hermana Yolanda y en el 2000 se independizó y abrió su propia óptica en la ciudad de Temixco, la que aún atiende. 

Juan Andrés se casó con María del Rosario Jiménez Millán, cuya familia llegó del Estado de Guerrero y se asentó a vivir en Temixco. Procrearon cuatro hijos: Andrea, Monserrat, César y Dana. Les gustaba salir de vacaciones por toda la República. Estuvo en Canadá y les encantaba ir a Acapulco, a Veracruz, a Guadalajara y sobre todo, a los balnearios del Estado de Morelos.

Se graduó en la carrera de Derecho en la Universidad del Valle de Cuernavaca (UNIVAC) y del 2013 al 2015 cursó una Maestría en Derecho Penal. Abrió su despacho de abogados en esa ciudad y desde Temixco litiga en Cuernavaca, Jiutepec y Xochitepec.

Juan Andrés siguió los pasos de su padre dentro de la política. Fue Secretario de Organización del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Secretario Técnico y Secretario de Asuntos Jurídicos dentro del partido. Es Presidente de la Unidad Revolucionaria en el PRI. Fue candidato a la presidencia municipal de Temixco en dos ocasiones, en 2015 y en 2018 y dice que no pierde las esperanzas de ganarla en 2021, pero siempre dentro de su partido el PRI.

Ha jugado futbol en la liga de Temixco y en la de Emiliano Zapata. Está estudiado las Artes Marciales, en especial el Kun-Fu. Nos explica que esa es una disciplina que no se hizo para pelear sino para aprender a controlar su mente y su cuerpo, su agilidad, además de ser una actividad que es una forma de vida hacia él mismo y hacia los demás.

Pertenece a la Asociación Ciudadanos por el bien de Temixco, A.C., cuya finalidad es la organización de la estructura familiar. Se lucha para ayudar al buen funcionamiento de la familia; el dar apoyo a las mujeres en su estado físico y mental, a los niños, a quienes tienen capacidades diferentes y dentro de sus posibilidades al resto de la población. Esta asociación es ciudadana,  altruista y tiene como finalidad el bien de las personas.

Participa en un grupo de revisionismo histórico que se dedica a interpretar los hechos cotidianos y el estudio de la historia, haciendo investigaciones comparativas y analizando, dentro de la literatura nacional, una y otra opinión para sacar las propias conclusiones, mismas que se dirimen entre los miembros del grupo y a base de mesas de diálogo, se llega a distintas opiniones. Este programa es dirigido por el maestro y arquitecto Marco Méndez.

Entre estos temas de discusión y aprendizaje están incluidos: La identidad, el individualismo, el comportamiento entre los seres humanos y a base de diálogo se llegan a conclusiones por demás interesantes. 

Diariamente llega a Cuernavaca a tramitar algunas audiencias ya sea de orden jurídico o particular, se encarga de asuntos laborales, sucesiones testamentarias y otros de índole legal. En su despacho se atienden casos de todo el Estado. Principalmente se hacen gestiones en forma gratuita para el sector más vulnerable de Temixco,  en combinación con los abogados que trabajan en el despacho.

Los padres de Juan Andrés fueron comerciantes. Tuvieron una tienda de abarrotes donde todos los hermanos les ayudaban. Después abrieron una tienda en Acatlipa, al igual que un restaurante que se llamaba “Irma”, así como la botanera: “Apolo once”. La tienda de Temixco era manejada por su mamá y la de Acatlipa la trabajaban sus abuelos, quienes tenían otra tienda de abarrotes en el Pasaje Lido de Cuernavaca. En ella trabajaban los tíos de Juan Andrés, mientras que las de Acatlipa y Temixco laboraban entre él y sus cinco hermanos. Al igual que en la tienda, ellos les ayudaban en la botanera. Esta era de las más famosas. Antes se llamaba “Centro Recreativo California” y los clientes eran atendidos por los meseros “El Rápido” y “El Rulas”.

Tenían sus mesas de pool, de carambola, de ajedrez, de cubilete y de dominó. El lugar era exclusivo para caballeros y estaba prohibido que alguno de los hijos se pusieran a jugar. Cuando su papá los agarraba jugando, los castigaba con no darles dinero y se tenían que ir toda la semana caminando a la escuela y sin nada de un “lunch”.

Cuenta que un día le dijo a su papá que ya podía alcanzar la mesa y que le gustaría aprender a jugar carambola. Entonces lo llevó a ver si era cierto y como ya alcanzaba, Juan Andrés se arrepintió de haberlo mencionado, pues su padre le dio un cepillo grande para que limpiara el paño todos los días. Hasta la fecha Juan Andrés no sabe ni jugar carambola ni tan siquiera manejar una baraja, pues nunca les permitió hacer otra cosa más que trabajar.

Su mamá era la balanza del hogar. Cariñosa con todos, los apoyaba en las tareas de la escuela, cuidaba que estuvieran limpios y bien presentados. “Gracias a ella me interesé en estudiar plenamente”, aclara.

Juan Andrés admite que de joven era muy peleonero en la escuela, pero en especial en el negocio de su papá cuando algún cliente se ponía impertinente. El padre siempre lo regañaba pues decía que así no se trataba a los clientes y no sólo ya no regresaban, sino que se corría la voz. Entonces Juan se desquitaba en la calle con el primero que pasara.

Hoy en día está dedicado a trabajar en su despacho, sigue litigando y atiende su óptica al lado de su esposa María del Rosario a quien llama Charo. Continua formando cuadros dentro del Partido, enseñando derecho electoral, estructura política, las leyes del partido y de la Constitución.

Sus hijos Andrea y César estudian en la Universidad Tecnológica de Zacatepec, Monserrat terminó Contabilidad Internacional y vive en Holanda y Dana estudia en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.

Juan Andrés Huicochea Santa-Olalla, es un hombre polifacético. Igual atiende su despacho de abogados, que sus actividades sociales y la atención que cualquier miembro de la familia lo llegara a necesitar. Está entregado a la defensa de su prójimo, conocedor y docente de los entretelones de la política, la que es su adoración, lleva una vida feliz, es profundamente respetado y reconocido por su querido Temixco, su labor en Cuernavaca y en todo el Estado de Morelos.  

Semblanzas de Morelos
Rafael Benabib
rafaelbenabib@hotmail.com

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