Desde el fin de semana y por tercera ocasión, en menos de un año, se incendió el tiradero a cielo abierto de Huitzilac, sin que las autoridades municipales puedan encontrar una solución definitiva.
El incendio lleva activo alrededor de cuatro días provocando una densa nube de humo tóxico que afecta tanto al medio ambiente como a la salud de los habitantes de la zona.
Autoridades municipales son las responsables de controlar el siniestro, aunque la situación se ha complicado por los vientos y la acumulación de residuos altamente inflamables.
El fuego, que comenzó el fin de semana, se ha extendido por la superficie del tiradero a cielo abierto, generando emisión de gases contaminantes, lo que ha generado que vecinos de comunidades cercanas reporten molestias como irritación de ojos, garganta, y dificultades respiratorias, especialmente en niños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas.
El siniestro también representa un riesgo para los bosques colindantes de las Lagunas de Zempoala.
Desde el fin de semana y por tercera ocasión, en menos de un año, se incendió el tiradero a cielo abierto de Huitzilac, sin que las autoridades municipales puedan encontrar una solución definitiva al problema.
El incendio lleva activo unos cuatro días provocando una densa nube de humo tóxico que afecta al medio ambiente y la salud de los habitantes de la zona.
Autoridades municipales son las responsables de controlar el siniestro, aunque la situación se ha complicado por los vientos y la acumulación de residuos altamente inflamables.
El fuego, que comenzó el fin de semana, se ha extendido por la superficie del tiradero a cielo abierto, generando emisión de gases contaminantes, lo que ha generado que vecinos de comunidades cercanas reporten molestias como irritación de ojos, garganta, y dificultades respiratorias, especialmente en niños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas.
El siniestro también representa un riesgo para los bosques colindantes del Parque Nacional Lagunas de Zempoala, por lo que las autoridades han intensificado la vigilancia para evitar la propagación del fuego hacia áreas forestales protegidas.
Especialistas ambientales advierten que la quema de residuos sólidos urbanos libera compuestos altamente tóxicos como dioxinas, furanos y partículas finas, que además de contribuir al cambio climático, pueden provocar enfermedades respiratorias, cardiovasculares y hasta ciertos tipos de cáncer con la exposición prolongada.
Hasta ahora se desconocen las causas que originaron este incendio, pero en menos de un año es la tercera ocasión que se incendia, lo cual se cree puede ser intencional.