El Servicio Meteorológico Nacional, dependiente de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), ha emitido un comunicado importante: la Tercera Onda de Calor comenzará el próximo lunes 20 de mayo de 2024 en México. Este fenómeno se extenderá a lo largo de la semana, trayendo consigo temperaturas extremas que podrían superar los 45 grados Celsius en diversas regiones del país. Tras una breve pausa desde el fin de la Segunda Onda de Calor el pasado 11 de mayo, esta nueva ola de altas temperaturas presenta un desafío adicional para la población y las autoridades.
Desarrollo: Durante la pausa entre olas de calor, algunas regiones han experimentado temperaturas inusualmente altas, alcanzando valores superiores a 45 °C en estados como Michoacán, Guerrero, Veracruz, Tabasco, Campeche y Yucatán. Esta situación plantea preocupaciones sobre los efectos del cambio climático y la necesidad de medidas preventivas para proteger la salud y seguridad de la población.
Según los pronósticos de la Conagua, el lunes 20 de mayo también se espera la llegada de polvo del Sahara a México. Este fenómeno, junto con una zona de baja presión al sur-suroeste de Guerrero y una zona de inestabilidad atmosférica en el sureste del país, aumentará la probabilidad de lluvias en dichas regiones. Sin embargo, la Tercera Onda de Calor persistirá, generando un ambiente caluroso a muy caluroso en todo el territorio nacional.
Impacto y estados afectados: La Tercera Onda de Calor afectará especialmente a los estados de Tamaulipas, San Luis Potosí, Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Veracruz, Tabasco, Campeche y Yucatán. En estas regiones se podrían registrar temperaturas que superen los 45 °C, lo que representa un riesgo significativo para la salud pública y la seguridad alimentaria.
Conclusiones: Ante la inminente llegada de la Tercera Onda de Calor y la presencia simultánea del polvo del Sahara, es crucial que la población tome precauciones adicionales para protegerse del calor extremo. Se recomienda mantenerse hidratado, evitar la exposición prolongada al sol y buscar refugio en lugares frescos durante las horas más calurosas del día. Además, las autoridades deben estar preparadas para implementar medidas de emergencia y proporcionar asistencia a quienes lo necesiten. La conciencia pública sobre los riesgos asociados con las olas de calor y el cambio climático también es fundamental para promover una respuesta efectiva y colectiva ante esta amenaza ambiental creciente.