París.- La nueva generación de estrellas de la natación acapara la atención en los Juegos Olímpicos de París 2024, un grupo atrevido que procede de todas partes del mundo.
Summer McIntosh, una fenómeno de 17 años de Canadá; David Popovici, un rumano de 19 años, y Mollie O’Callaghan, una velocista de 20 años que superó a su compatriota australiana, Ariarne Titmus.
Quedó claro que la natación se expande más allá de su potencia tradicional: Estados Unidos.
Los estadounidenses sumaron medallas en el tercer día del deporte en La Defense Arena, pero fueron preseas de plata y bronce, con referentes como Ryan Murphy y Lilly King por detrás de otras naciones.
McIntosh conquistó la primera medalla olímpica de oro en su naciente carrera, con una victoria abrumadora en 400 metros combinados.
Popovici emergió triunfante de un emocionante duelo en los 200 varoniles, que incluyó tres líderes distintos en la última vuelta.
Y luego la gran sorpresa de la jornada: Ariarne Titmus, la dueña del récord y defensora del título en los 200 libres, fue destronada por Mollie O’Callaghan.
Titmus, quien arrancó los Juegos con una aplastante victoria en los 400 libre, quedó atrás esta vez y no tuvo otra que aplaudir la remontada de su compañera.
McIntosh se lo tomó todo con naturalidad. A lo mejor porque compitió en Tokio 2020 cuando tenía 14 años, así que se siente como una veterana. “Cada vez que compito en un escenario mundial, aprendo más y más sobre saber responder en lo mental, físico y emocional, no dejarme llevar más de la cuenta o tomarlo a la ligera”, comentó McIntosh.
La canadiense ya se había colgado su primera medalla olímpica en la noche inaugural de la natación, llevándose la plata en los 400 libres, por detrás de Titmus y adelante de la estadounidense Katie Ledecky. Ahora, McIntosh presumirá de una presea dorada.
McIntosh marcó el ritmo en la primera mitad de la exigente prueba, las etapas de mariposa y espalda, para dejar rezagadas a todas menos a la estadounidense Katie Grimes.
Llegó a estar por debajo del ritmo para batir su propio récord mundial, pero no pudo sostenerlo. Cronometró 4 minutos 27.71 segundos, más de 3 segundos de la marca de 4:24,38 que fijó en el Preolímpico de Canadá en mayo.