El Ayuntamiento de Jiutepec destinó para este año 59 millones 973 mil 101 pesos para seguridad social de sus trabajadores. Sin embargo, empleados municipales denuncian que estos recursos públicos no se reflejan en la calidad del servicio médico que reciben, sino que parecen canalizarse hacia un negocio familiar del alcalde Eder Rodríguez Casillas: la Clínica de las Américas.

Desde la llegada del edil a la presidencia municipal, el 1 de enero de 2025, el Ayuntamiento dejó de pagarle a la empresa “Mega Salud”, que anteriormente ofrecía el servicio médico a los trabajadores. De forma discreta, y sin un anuncio oficial, se terminó la relación con la empresa para dar paso, en marzo, a la operación de la Clínica de las Américas.

Trabajadores consultados por este medio relataron que fue en las primeras semanas del año cuando, en los pasillos del Ayuntamiento, se comenzó a hablar de que el presidente municipal preparaba un “negocio familiar” para asumir el servicio de salud. La sospecha fue confirmada, dijeron, al conocer a los responsables de la nueva clínica: William Guillermo Ramos, médico cirujano y esposo de Elizabeth Pérez Casillas, prima hermana del alcalde; y Gabriel Pérez Casillas, también primo del edil y exfuncionario del gobierno estatal de Graco Ramírez.

Lo que genera mayor indignación entre los empleados es que, pese a que el municipio presupuestó casi 60 millones de pesos para garantizar servicios de salud dignos, la clínica ofrece una atención que califican como deficiente, limitada y en malas condiciones. “No tiene infraestructura, ni personal capacitado suficiente. Se nota que es una clínica vieja, la pintaron, le pusieron un letrero nuevo y nada más”, expresó un trabajador inconforme.

La Clínica de las Américas, ubicada en el Blvd. Paseo Cuauhnáhuac —que hasta hace poco operaba bajo el nombre de Hospital Infantil de las Américas—, no cuenta con página web oficial ni aparece en los registros públicos de transparencia, lo que incrementa las dudas sobre la legalidad y la rendición de cuentas del contrato con el municipio. En diversos sitios web, el inmueble aún se ofrece en renta mensual por 126 mil pesos. La supuesta “remodelación” se limitó a un cambio de pintura, la instalación de un barandal y la modificación del letrero de entrada.

Además, el nuevo centro médico no cuenta con los servicios necesarios para atender muchos padecimientos, por lo que depende de otras clínicas —como la Clínica Borda en Cuernavaca— para resolver casos más complejos. Incluso, en sus primeras semanas de operación, la Comisión para la Protección Contra Riesgos Sanitarios del Estado de Morelos (Coprisem) realizó observaciones por deficiencias en las instalaciones y el funcionamiento.

El hecho más grave ocurrió en abril, cuando se reportó el fallecimiento de un trabajador municipal, lo que desató una ola de inconformidades por parte de empleados y exfuncionarios, quienes exigen transparencia en el uso del millonario presupuesto.

“¿Dónde están los 60 millones de pesos? Porque a nosotros nos atienden en una clínica que parece improvisada, sin lo básico, y con servicios tercerizados”, cuestionó otro trabajador que solicitó el anonimato.

Las denuncias apuntan a que los recursos públicos que deberían destinarse al bienestar de los trabajadores, han terminado por sostener un negocio privado con vínculos familiares con el presidente municipal. Por ello, los empleados exigen una revisión exhaustiva del contrato y que se transparente el manejo del dinero destinado a su derecho constitucional a la salud. 

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